Junto con Monteagudo, Serón está ligado en el siglo XII directamente al rey, que ejercía el derecho de Vicaría sobre estas fortalezas, derecho que delegaba en algún clérigo de confianza (vicario).
De este pasado musulmán queda como testigo el castillo, construido en tapial, al modo árabe.
Este Patronato será cedido el 23 de mayo de 1288 por el rey Sancho IV al obispo de Osma, don Juan Álvarez; «...damosle en ofrenda el Padronazgo e los derechos que nos avemos e debemos aver en las Eglesias de Seron et Monteagudo e de sus terminos...Esta merced e onra facemos en tal maniera que Ferrato Martines, canonigo de Toledo, que las ovo por presentación del Rey D. Alfonso(X), nuestro padre, que Dios perdone, e por otorgamiento e institución del Obispo D. Agustin, que era a la sazon, e que las aia libres e quietas en toda su vida»[1] Este patronato era lo que constituía el derecho de Vicaría que dio su nombre en plural a esta comarca por recaer sobre las dos villas citadas.
En el siglo XIV la plaza de Serón pasa a ser villa y señorío.
Tuvo que luchar durante la Edad Media con el Concejo de Soria que consideraba suyas las tierras de las Vicarías y arrasaba los sembrados, si lo habían hecho sin su consentimiento.