Bandera de Cataluña

Era antiguamente usada únicamente por el rey, como expresión de su soberanía.Su uso se difundió progresivamente en otros ámbitos al integrarse en las armas de diferentes linajes nobiliarios por transmisión, así como en órdenes religiosas y escudos de villas y ciudades, mediante concesión real.Con evidencias constatables a partir de fines del siglo XV d. C., su atribución fue reivindicada por las varias entidades territoriales ibéricas que conformaban la Corona de Aragón, acentuándose las controversias en este campo en el siglo XIX d. C. y XX d. C..Posteriormente, en un poema de 1644, Francesc Fontanella aludía a las «barras» en uno de sus poemas:[6]​ surcar ab altre barca esta ribera y tremolar a l'ayre altre bandera, perquè se aclama en remota zona Desde mediados del siglo XIX, y particularmente a partir de la eclosión del catalanismo como movimiento cultural y político con la Renaixença, las antiguas armas del rey de Aragón adquieren un simbolismo político de afirmación identitaria.No se ha hallado ninguna referencia documental hasta el año 1150, en que aparece como escudo preheráldico en un sello de Ramón Berenguer IV, aunque la escasa nitidez del sello, y su monocromía, hacen dudosa la atribución, pues el escudo palado y blocado refleja los habituales refuerzos defensivos de los escudos de mediados del siglo XII, por lo que este no sería un signo de linaje, sino el mero escudo de tablas almendrado que simbolizaba el poder real.Menéndez-Pidal también arguye que es aún más difícil demostrar que se realizasen ornamentaciones emblemáticas en las tumbas del siglo XI, y que en el sepulcro posterior de Ramón Berenguer III no se encuentra ninguna de estas ornamentaciones.Esta teoría ha sido cuestionada recientemente por J. Serrano Daura, dada la ausencia de referencias a esta institución consuetudinaria del derecho aragonés antes del siglo XV, y que las cláusulas que fueron establecidas por Ramiro II sobre la sucesión a la corona de Aragón no se ajustan a las peculiaridades de esta institución, por lo que no sería trasladable al siglo XII.En ningún caso se documente el presunto linaje de los "Condes-Reyes", ambas denominaciones surgidas en la historiografía decimonónica al amparo del nacionalismo catalán.Repobló todo el centro de Cataluña y con esto consolidó su unidad interior.Recientemente, el profesor J. Serrano Daura ha cuestionado la teoría del casamiento en casa aplicada a los esponsales de Ramón Berenguer IV y Petronila de Aragón, basándose en la ausencia de referencias a esta institución consuetudinaria del derecho aragonés antes del siglo XV, y que las cláusulas que fueron establecidas por Ramiro II sobre la sucesión a la corona de Aragón no se ajustan a las peculiaridades de esta institución, por lo que no sería trasladable al siglo XII.El de Carlomagno, que nunca usó, es claramente legendario.[19]​ Durante la invasión napoleónica, las autoridades francesas acuñaron monedas en Barcelona en 1808 que, según la descripción del barón de Maldà, tenían «armes d'Aragó en una cara i en l'altra ab la inscripció de Valga per la província, i res d'armes de França».El historiador español Lluís Domènech i Muntaner así lo testifica: Años después, en 1701, adopta las llamadas barras de Aragón.
Ramón Berenguer IV de Barcelona y su esposa, Petronila de Aragón. Extraído de: Lucio Marineo Siculo, Pandit Aragoniae veterum primordia rerum, Zaragoza, Jorge Coci, 1509
Escudos de los Estados que formaban parte de la Corona de Aragón
El Señal Real en el Libro del conocimiento (h. 1385), que muestra un escudo de oro palado de gules referido en el texto: «Partí [...] e fui al reinado de Aragón, un reino muy viciosso e abondado. E fallé en él cinco cibdades grandes. A la mayor, do coronan los reyes, dizen Çaragoça . A la otra Valenzia , a la otra Tarragona et a la otra Barçalona e a la otra Tortosa . [...] E el rey dénde ha por señales nueve bastones amarillos e bermejos atales»
Anverso del sello de Ramón Berenguer IV (septiembre, 1150)
Bandera de Cataluña ondeando en San Cugat del Vallés
Retratos de la reina Petronila de Aragón y el conde Ramón Berenguer IV de Barcelona , óleo de 1634 (Museo del Prado), copia de un original de Filippo Ariosto de 1586, en el que la reina de Aragón aparece representada con la Cruz de Alcoraz y el conde de Barcelona con las cuatro franjas. En la Edad Moderna se comenzó a atribuir anacrónicamente la Cruz de Alcoraz al reino de Aragón