Sava Grujić

[2]​ La infancia de Grujić estuvo marcada por los enfrentamientos entre los insurrectos y las autoridades otomanas.

Los artilleros rusos estaban desarrollando por entonces nuevos métodos de disparo a corta distancia.

La artillería rusa estaba en plena reforma, impulsada por el ministro de la Guerra, Dmitri Miliutin.

[5]​ En 1861, Grujić estaba en Prusia estudiando en la Academia Militar cuando estalló un levantamiento en la Polonia rusa; los insurrectos se levantaron contra las autoridades rusas inspirados por el nacionalismo romántico y revolucionario que estaba barriendo Europa en ese momento.

[6]​ Participó activamente en la fundación de una organización llamada Srpska opština (Comuna serbia).

[8]​ Los editores de Javnost estaban frustrados con la situación de la política serbia y publicaron un artículo en el que se criticaba abiertamente al gobierno y se afirmaba que el pueblo serbio tenía derecho a derrocar al príncipe si este no lo satisfacía.

La insurrección se extendió rápidamente a Bosnia y despertó un sentimiento belicoso en Serbia, que por entonces era aún un principado autónomo parte del Imperio otomano.

[10]​ El príncipe Milan, incapaz de resistir la presión, finalmente decidió declarar la guerra al imperio.

[12]​ El consejo de guerra reunido a comienzos de la contienda tuvo que decidir sobre la estrategia que iba a seguirse y sobre los lugares donde se acometería al enemigo.

Djurić abogó porque el grueso del ejército se encaminase a Bosnia y Rascia, mientras que Grujić prefería enviarlo al sureste y a Niš, donde se esperaba que los turcos concentraran la mayor parte de sus fuerzas.

[15]​ Grujić fue nombrado jefe de la artillería a las órdenes del general Mijaíl Chernyayev, ruso naturalizado serbio.

[15]​ Grujić recomendó que Chernyayev quedase como mero asesor sin mando efectivo, pero el príncipe Milán, de veintidós años y con gran fe en Chernyayev, decidió nombrarlo «general en jefe de todas las fuerzas serbo-rusas del frente oriental».

[18]​ Contrariamente a las expectativas de Serbia, Rusia no entró oficialmente en la guerra y los cambios realizados en las operaciones desbarataron el plan de Grujić aprobado por el Estado Mayor serbio.

Las acometidas del ejército serbio contra Niš, Drina e Ibarska fracasaron.

Grujić demostró pronto ser un político polivalente y un diplomático hábil, por lo que fue enviado como embajador y representante del Reino de Serbia a diversas capitales para reforzar la posición del país en Europa.

[24]​ Residió luego con su familia en San Petersburgo, entre 1885 y 1887, como embajador serbio ante la corte rusa.

Esta formación se había fundado en 1881 y su ideología se basó inicialmente en el programa socialista de Svetozar Marković, que Grujić conocía desde su primera estancia en Rusia, especialmente en lo relativo a las ideas de Marković sobre el Estado y la soberanía popular.

[27]​ Fueron los primeros en movilizar al campesinado y en apreciar en la práctica su enorme potencial político.

[29]​ Críticos con la monarquía e inspirados por las ideas francesas del radicalismo, exigían democracia, derechos civiles y reformas liberales.

Gran parte de la población recibió con alborozo la investidura del nuevo Gobierno.

Suponía esencialmente una liga electoral que debía permitir a las dos formaciones asumir conjuntamente el Gobierno si salían victoriosas de los comicios.

[32]​ La Constitución de 1888 no proclamó formalmente la soberanía del pueblo, porque el rey Milan Obrenović se opuso expresamente a tal principio, pero limitó considerablemente los poderes regios y, al rebajar el umbral para la obtención del derecho al voto, implantó fundamentalmente el sufragio universal masculino.

[34]​ El rey estaba cada vez más disgustado con los radicales y trató de poner fin a su gobierno.

Implantaron entonces un sistema político basado en la Constitución de 1888 y aprobaron numerosas leyes.

Durante su estancia constantinopolitana, hubo un conflicto entre las autoridades turcas y el Patriarcado en relación con los privilegios patriarcales.

La vuelta de Milan a Serbia tensó nuevamente las relaciones entre la dinastía Obrenović y los radicales.

En este momento de apuro para los radicales, Grujić fue destinado como embajador serbio en San Petersburgo ante el zar Nicolás II, cuyo reinado comenzaba por entonces.

Milán exigió la pena de muerte para Pašić y Taušanović como castigo por todos los conflictos que había tenido con los radicales.

Era con mucho el partido político más popular: se calcula en 1903 el 80 % de la población de Serbia apoyaba o pertenecía al partido, por lo que la implantación de la democracia parlamentaria comportó que los radicales dominasen sustancial e ininterrumpidamente la política nacional y el gobierno hasta la Primera Guerra Mundial.

[44]​ Las diferencias entre las dos agrupaciones radicales impidió que continuase la liga entre ambas: las dos partes constataron su desacuerdo en cuanto a la conveniencia de solicitar un préstamo internacional, comprar armas y proseguir la extensión de la red ferroviaria.

Second Lieutenant Grujić
Grujić, por entonces alférez del Ejército imperial ruso
Captain Sava Grujić
Grujić como capitán, hacia 1871
Los jefes militares serbios de la primera guerra serbo-otomana. Grujić aparece en la esquina superior derecha.
Grujić durante su etapa como jefe de artillería
Grujić en 1912