[1] Estos esperaban que las fincas estatales les fuesen entregadas, en vez de serlo a los terratenientes musulmanes.[8] Según algunos observadores contemporáneos, el alzamiento había sido instigado tanto por los austrohúngaros como por los montenegrinos.[8][6] Los Gobiernos austrohúngaro, ruso y alemán, preocupados porque la revuelta pudiese desbaratar la liga imperial, trataron de ponerle fin; solicitaron a los otomanos que enviase un delegado para investigar la situación en la provincia e intentaron mediar entre Constantinopla y los rebeldes.[10] En marzo los continuos combates habían hecho que 156 000 bosnios huyesen del territorio y se refugiasen en los países vecinos.[14] Los intentos serbios de involucrar en la guerra a Rumanía y Grecia resultaron infructuosos.[18] Mientras, Rusia se aprestaba a entrar en guerra contra los otomanos, ya que preveía el resultado fallido de las negociaciones en Constantinopla.[19] Rusia, por su parte, recobraría las tierras besarabas que había perdido en el Tratado de París.[19] Se disponía asimismo que la guerra no podía suponer la creación de un gran Estado eslavo en los Balcanes.
Ilustración de la época que muestra a varios rebeldes tendiendo una celada.
Refugiados que huyen de los combates. En marzo de 1876, tras varios meses de lucha, más de ciento cincuenta mil personas habían huido de la región a los países vecinos.