El nombre de Santo Martino es la denominación como se le conoce en León -por un leonesismo arcaico que mantuvo todas las sílabas del latín, Sanctus Martinus-.Allí estudió teología y se relacionó con los discípulos de Pedro Lombardo, cuya obra Sententiarum Libri IV, influye en él de modo notable y aparece después abundantemente copiada en su Concordia.[5] Continúa hacia Inglaterra e Irlanda, desde donde vuelve de nuevo al continente.Su austeridad hizo que algunos compañeros canónigos se sintieran molestos, aunque después todo se arregló, pues solo bebía agua, -vino muy rebajado con agua, solo cuando estaba enfermo-, y comía queso y huevos, nunca carne.Dormía sobre paja, en el suelo, y visitaba a los enfermos con frecuencia, por la noche.Martino se fue distinguiendo por su celo en la observancia, su caridad y su profunda devoción al Santísimo Sacramento.[5] Para tan inmensa obra se ayudó de siete clérigos amanuenses, sostenidos por la reina doña Berenguela que pasaban sus escritos, realizados sobre unas tablas enceradas, a los pergaminos y los embellecían con miniaturas.Esta cronología es poco probable pues Lucas de Tuy menciona en varias ocasiones su avanzada edad.Muestra en su obra un especial interés en la defensa de las ideas cristianas frente al judaísmo.[18] Santo Martino fue sublimado por popular aclamación y venerado desde su misma muerte, siendo considerado santo por la vía del culto inmemorial, como ocurría hasta poco antes de su muerte, cuando Alejandro III trasladó a Roma todas las causas de canonización.No fue incluido en el Martirologio romano, por lo que su culto decayó a partir del siglo XVI.Así aparece en la imagen que se encuentra en la capilla del santo en la basílica de San Isidoro en León.Santo Martino, como san Isidoro, aparece representado en las Concordia, formando parte de una "I" mayúscula.Con frecuencia se refiere que el Martinus pintado en el Panteón Real de San Isidoro -conocido como la Capilla Sixtina del arte románico-, con un texto: “Martinus dixit, vade Satanas”, representa a Santo Martino de León.Ante tantos testigos apareció su cuerpo intacto, revestido con los ropajes para la celebración de la santa misa.[22][23] Unos huesecillos de su mano izquierda y algunos dientes están guardados en otro relicario, por donde se pasaba agua bendita que era llevada a los enfermos como remedio en su enfermedad.Según la tradición, la barrica fue rellenada por primera vez por Santo Martino en el siglo XII.Según los que lo han probado es un vino añejo, como un coñac con gran solera, probablemente el más antiguo del mundo.Tiene planta rectangular y se cubre con bóveda de crucería, dividida en dos tramos.En la actualidad esta capilla se utiliza para el culto diario de la basílica.[25] Santo Martino tuvo una incesante inquietud por el aprendizaje de la teología, las lenguas y la cultura.
Letra capitular. Códices de Santo Martino (siglo XII)
Capilla de la Santísima Trinidad. San Isidoro de León
Lápida encargada por Santo Martino
Cómo San Isidoro milagrosamente dio la sabiduría a Santo Martino, canónigo de su monasterio, con un librito que le hizo comer y tragar por fuerza. Liber de Miraculis S Isidori