Se casó a una corta edad con un hombre mayor, decurion y pagano, llamado Patricius o Patricio, en Tagaste.
[3] Las limosnas, buenas acciones y oraciones de Mónica incomodaban a Patricio, aun así, él la trataba con respeto.
Se ganó el afecto de su suegra en poco tiempo e incluso convirtió a Patricio al cristianismo y calmó su violencia.
En Cartago, Agustín llevaba una vida descarriada, cometió pecados graves y abrazó el maniqueísmo lo que le alejó de su madre.
La madre, el hijo y su nieto Adeodato pasaron seis meses de verdadera paz en Rus Cassiciacum, actualmente Cassago Brianza, luego Agustín fue bautizado.