Su educación empezó probablemente en Italia, en las escuelas catedralicias de Novara y Lucca.
No hay hechos probados en relación con sus andanzas por París hasta 1142, cuando es reconocido como escritor y maestro.
La escuela parisina de canónigos no había contado entre ellos a un teólogo altamente considerado durante años.
Por contraste, Pedro no tenía familia o conexiones eclesiásticas y ningún patrono político en Francia.
En algún momento posterior a 1150 se convirtió en diácono y luego en archidiácono hacia 1156, o quizá ya en 1152.
Su obra más famosa fueron los Libri quattuor sententiarum, que sirvieron como libro de texto teológico en las universidades medievales, desde los años 1220 hasta el siglo XVI.
También contenía la doctrina de que el matrimonio era consensual (y no necesitaba consumarse para ser considerado perfecto), a diferencia del análisis del jurista Graciano.