[2] Sin embargo, es más conocido por sus novelas, como Kōshoku Ichidai Otoko (1682), traducida al español como Hombre lascivo y sin linaje o Amores de un vividor, con la que dio comienzo un nuevo género, el del ukiyo-zōshi (‘libros del mundo flotante’), que continuó con novelas como Kōshoku Gonin Onna (1686), traducida al español como Cinco amantes apasionadas, y Kōshoku Ichidai Onna (Vida de una mujer galante), del mismo año.Por su lado, la nueva clase burguesa desarrolló una rica cultura del entretenimiento referida principalmente a cuestiones sentimentales,[6] cuyo ideal llegó a ser el «mundo flotante» (ukiyo), el mundo de la elegancia y la diversión popular.En 1673 cambió su seudónimo inicial de Kakuei por Saikaku, significando de ese modo su filiación con la escuela Danrin y su iniciador,[n 3] al tiempo que se establecía como un maestro haikai reconocido públicamente con su propio estilo personal.En el prefacio se dice que estos poetas representan un grupo avanzado, cuyos métodos poco ortodoxos habían causado su exclusión de una sesión haikai similar que se dio poco antes.Habían sido estigmatizados como discípulos de la «manera holandesa» (Oranda-ryu), una frase que para los japoneses sugería cosas exóticas y extrañas, como los comerciantes holandeses que se vieron en Nagasaki.En esta primera obra extensa de Saikaku, que publicó bajo el título de Haikai Dokugin Ichinichi Senku (Mil versos haikai en solitario en un solo día), fusionó sus intereses narrativos y líricos.[1] Los tópicos desarrollados por Saikaku en estas dos composiciones haikai en solitario se alejaban ya de los tradicionales en la renga, o incluso en el haikai de la generación previa a la suya, introduciendo los temas que abordaría en su obra en prosa: la vida en las grandes ciudades.La hazaña le valió el reproche del gran poeta Matsuo Bashō, contemporáneo suyo, quien escribió: «La competencia progresa / y veinte mil versos de moscas / se mueven en el aire.»[11] Saikaku no abandonó nunca por completo su conexión con el haikai; dos años después de la publicación de su primera novela fue cuando realizó su más celebrada proeza, los 23 500 versos en veinticuatro horas, sextuplicando su propio récord anterior.[1] Con Kōshoku Ichidai Otoko Saikaku inició el género que llegó a llamarse Ukiyo-zōshi (浮世草子, 'Ukiyo-zōshi'?«libros del mundo flotante»), relatos breves y obras narrativas de mayor extensión destinadas al consumo popular, que reflejaban la nueva riqueza y el ocio de los chōnin,[n 5] la clase ciudadana, en los barrios alegres.Eran obras a menudo audaces y frecuentemente prohibidas, que alcanzaron un desarrollo notable en los primeros tiempos del período Edo.[17] Estos trabajos posteriores consistieron en recopilaciones de historias breves, autónomas pero unificadas por un tema o formato particulares, en las que dejó de lado, estilísticamente, el énfasis en la parodia y retórica clásicas.«La vía del joven hombre»), las relaciones entre guerreros samuráis con muchachos, llamados wakashū, que cuando alcanzaban la edad de diecinueve años pasaban por una ceremonia que les confería el estatus adulto, tras lo cual tomaban el rol correspondiente en sus relaciones con muchachos.Publicada en Osaka y Kioto, Saikaku pretendió haber escrito El gran espejo del amor entre hombres en Edo, quizás con vistas a extender su público a la sede del gobierno.En 1687 Saikaku publicó Budō Denraiki (Historias de comportamiento tradicional samurái), a la que siguieron en 1688 Bukegiri Monogatari (Cuentos del deber samurái) y Shin Kashōki (Nuevos registros de sucesos extraños).[25] El crecimiento de Edo como ciudad sede del sogunato y la consecuente creación de una red nacional de transporte y comunicaciones en Japón hizo crecer rápidamente la economía en el área Kioto-Osaka y propició la aparición de una nueva clase social burguesa, los chōnin, que hizo su fortuna en la nueva economía basada en moneda, cuyo capital era invertido y circulaba, que fue reemplazando a los comerciantes que hicieron fortuna anteriormente a través de privilegios monopolísticos y conexiones con los señores feudales.Tras muchas dolorosas experiencias en un infierno poblado por muchachos-diablos, alcanza la iluminación budista y retorna milagrosamente a la vida, resuelto a ser en el futuro un cliente de la prostitución masculina más considerado.[28] Aunque a finales del s. XVIII se produjo un resurgimiento de su obra en Edo, que inspiró a Santō Kyōden y otros escritores de la época,[29] esta situación se sostuvo hasta finales del siglo XIX, ya en la era Meiji; el primer trabajo serio sobre Saikaku fue un artículo de Kōda Rohan publicado en 1890, y el primer estudio completo sobre él apareció en 1897.Este redescubrimiento fue inspirado por la cualidad realista de su escritura, que atrajo a escritores que intentaban reintroducir una forma de realismo en la literatura japonesa, como Ozaki Kōyō y Kōda Rohan, y más tarde a autores de la escuela naturalista como Tayama Katai, que reconoció en la obra de Saikaku el vigoroso realismo que había encontrado en los naturalistas franceses del siglo XIX.Saikaku no abrió ningún nuevo tema ni sorprendió a sus contemporáneos con sus historias, puesto que los debates sobre los méritos relativos de las «dos vías del amor» eran el tema central de muchas obras literarias populares.[29] Ilia y Javier Sologuren, en su libro La luna en el agua: teatro y cuento japoneses, cuentan a Saikaku «entre los tres más grandes narradores del Japón de todos los tiempos», completando la lista con dos damas de la Corte de Heian en Kioto: Murasaki Shikibu, autora del Genji Monogatari (源氏物語, 'Genji Monogatari'?)[36] En 1991 se realizó una adaptación de Kōshoku Ichidai Otoko en un anime titulado The Sensualist, dirigido por Yukio Abe y escrito por Eiichi Yamamoto.[37] A continuación se listan algunas de sus principales obras, con las ediciones en español correspondientes.
Suzuki Harunobu
, serie de 24 grabados eróticos de mediados del siglo XVIII de tipo
shunga
.
Museo Victoria y Alberto
,
Londres
. Saikaku afirmaba que el amor por los jóvenes era anterior al heterosexual, mencionando precedentes chinos de la conducta homosexual de los japoneses.
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21
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Un hombre con su joven amante besando en secreto a una sirvienta.
Nishikawa Sukenobu
, grabado,
era Kyōhō
(1716-1735). La preponderancia de historias concernientes a los barrios de prostitución y a las relaciones homosexuales llevó a que algunos expertos consideraran a Saikaku como un proveedor de
pornografía
y sensaciones para el lector.
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