Confesiones de una máscara

[4]​[5]​ La obra, publicada cuando Mishima contaba con 24 años,[6]​ fue su primer éxito literario, convirtiendo al autor en una celebridad.Ello no impedirá que Kochan paulatinamente vaya descubriendo su homosexualidad cuando se siente atraído en la pubertad por Omi un chico de fuerte constitución.Pero, esclavo de lo convencional, no puede aceptar que se hagan públicos su diferencia ni asumir sus propios deseos.Mientras asume su escaso poder para amar, irán aflorando sus fantasías y su fascinación por la belleza entremezclada con la sangre, la violencia o la muerte, escenificadas en el cuadro de Guido Reni San Sebastián y en la admiración por la escultura clásica de figuras masculinas en posturas físicas dinámicas.La represión exige confesión, como si sólo así el protagonista del relato pudiera aliviar la carga de su engaño.
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Kochan ve una pintura de Guido Reni San Sebastián y se siente atraído por ella.