Desarrolló toda su carrera artística exclusivamente en el teatro.
Sus inicios profesionales se remontan a la década de 1890.
[3] Posteriormente, se especializó en el género de la comedia y se integró en la compañía de Isabel Garcés.
Con ella estrenó en el Teatro Infanta Isabel obras como ¡Oh, doctor!
(1950), de Carlos Llopis, Su amante esposa (1950),[4] Ha llegado Don Juan (1952)[5] y El alfiler en la boca, las tres de Jacinto Benavente[6] o La venda en los ojos (1954),[7] de José López Rubio.