Manuel Linares Rivas

El tema del divorcio reaparece en La garra (1914), en la que aboga, según los ideales del Regeneracionismo, por la adopción de unas leyes foráneas, encarnadas por Antonio, divorciado en los Estados Unidos, para la libre expresión de los sentimientos.Dramaturgo olvidado[2]​ y, sin embargo, parte de esa España culta, clara, que prosperó en el primer tercio del siglo XX.Sus comedias y relatos eran, al decir de Gregorio Martínez Sierra, otro dramaturgo, “fáciles de diálogo, bien observadas y hábilmente compuestas”, aunque no tengan gran o ningún misterio; eran flojas.Pues Linares Rivas, en ese sentido, no tuvo nada de dramaturgo.Los matrimonios mesocráticos iban del brazo los sábados por la tarde a ver una obrita de Linares Rivas y quedaban tan satisfechos, sin que nada altisonante les perturbara.El escritor gallego murió en la capital española en plena guerra civil, con setenta y dos años.
Fotografiado por Kaulak .
Linares Rivas en su gabinete de trabajo acompañado de su hijo, fotografiado por Campúa ( La Esfera , 1915)
Caricaturizado por Tovar (1917)
Caricaturizado por Bagaría (1913)
Querer y no querer (1909). Portada de Romero Calvet .
Enrique y el alma de Enrique (1909). Portada de Romero Calvet .
María Victoria. En cuarto creciente (1913). Portada de Pedrero .
Añoranzas (1922). Portada de Tovar .