Combate

El combate, lucha, riña, contienda, pendencia, pugna, pelea, lid o reyerta, es un conflicto violento intencional destinado a establecer su dominio sobre el oponente y eso se usa hasta la actualidad para matar personas.

La violencia del combate puede ser unilateral, mientras que la lucha implica al menos una reacción defensiva.

Desde que existen seres vivos lo suficientemente avanzados como para dañar intencionalmente a otros, ha habido peleas.

Sin embargo, entre los animales más desarrollados (por ejemplo, los primates), se desarrollaron métodos cada vez más sofisticados para evitar o resolver pacíficamente la agresión (comportamiento social ), como por ejemplo: batallas no letales por la zona, gestos de sumisión, expresiones de afecto, etc.

Desde el siglo XVIII (en Gran Bretaña desde la Revolución Gloriosa, en Europa continental esencialmente solo después de la Revolución Francesa), los deportes modernos se han desarrollado gradualmente en el mundo occidental y en Japón, también desde el siglo XVIII, las artes marciales modernas como el Kendō, es decir, formas pacíficas de lucha.

Por regla general, hoy en día este tipo de luchas no son violentas , pero los oponentes se causan daños materiales entre sí mediante paros laborales y cierres patronales.

El combate moderno ha evolucionado significativamente durante el último siglo, moldeado por los avances tecnológicos, los cambios en los paisajes geopolíticos y la necesidad de abordar amenazas diversas.

Un dominio relativamente nuevo, la guerra cibernética implica ataques a la infraestructura digital para interrumpir, deshabilitar o manipular sistemas críticos.

Las naciones y los actores no estatales participan en operaciones cibernéticas para socavar la estabilidad económica, robar información sensible o debilitar capacidades militares.

[6]​[7]​[8]​ Los avances en tecnología han transformado las herramientas utilizadas en el combate moderno, con un enfoque en la precisión, la supervivencia y la adaptabilidad.

[3]​ Las armas modernas incluyen rifles de asalto modulares como el HK416, que permite adaptaciones rápidas según las necesidades del entorno.

Las balas guiadas, como las utilizadas en sistemas de francotirador avanzados, garantizan alta precisión a largas distancias.

[3]​ Los drones, como el Bayraktar TB2, han demostrado ser cruciales para el reconocimiento y ataques de alta precisión en conflictos recientes.

Las fragatas multipropósito, como la clase FREMM, están equipadas con sistemas avanzados de misiles antiaéreos y antisubmarinos.

La guerra centrada en redes (NCW) conecta fuerzas terrestres, aéreas, marítimas y cibernéticas mediante datos en tiempo real.

Las fuerzas especiales, como los Navy SEALs o el SAS británico, realizan misiones de alto riesgo.

Su formación va mucho más allá del ámbito de una unidad de mando clásica, ya que estas unidades no sólo atienden a perfiles mucho más operativos, sino que también están capacitadas lingüística y culturalmente para poder trabajar en el área operativa y adaptarse a las circunstancias allí.

Combate naval de Iquique del 21 de mayo de 1879 - óleo de Thomas Somerscales , siglo XIX.