El objetivo es ganar la competición usando partes del cuerpo que estén permitidas por las reglas de cada deporte.
Aunque los deportes de combate se alejan del combate real, su objetivo radica en enfrentarse a un adversario que tiene reacciones imprevisibles dentro de un entorno seguro.
Ejemplos de estos son: el boxeo, el taekwondo, el Jiu jitsu brasileño, el judo, la lucha olímpica, la esgrima occidental, el wushu, etc.
Estos tres puntos de vista son fundamentalmente diferentes, pero históricamente vinculados.
Así, esta visión de las artes marciales servía para defender la vida durante la época feudal.