Lo primordial en la práctica del aikido es experimentar la derrota, en lugar de cultivar la violencia o la agresividad o, en palabras de Morihei Ueshiba O-sensei, «masakatsu agatsu katsuhayabi» (transliteración del japonés 正勝吾勝, "Victoria Verdadera", "Victoria Final sobre uno mismo", "Aquí y Ahora").Sus técnicas a mano vacía y con las armas tradicionales incluyen: esquivas, caídas, desvíos, golpes a puntos vitales, derribos, proyecciones, lanzamientos, luxaciones, estrangulaciones e inmovilizaciones, uso de puntos de presión y controles.[4] Posteriormente, Ueshiba fue haciendo su propio camino, separándose del Daito ryu aikijujutsu de su maestro Sokaku Takeda, e implementando cambios en las técnicas.[6] Así de regreso en Tokio el maestro Ueshiba dio origen al llamado aiki budō.Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), las artes marciales fueron prohibidas durante unos años en Japón, por las fuerzas de ocupación norteamericanas.Siendo este arte marcial El Camino de la Armonía con la Energía, se fundamenta en la Realidad del Ki.Se atribuye al maestro Kōichi Tōhei haber popularizado el uso del término a través de sus libros y conferencias y al maestro Morihiro Saito la práctica de ejercicios con sable para el Ki no Musubi.El kiai es igualmente usado asiduamente en las artes marciales del kendo (esgrima japonesa) y en el karate-Do (método de esgrima corporal enfocado en los golpes con la mano abierta, los puños y con los pies).Su fundador, el maestro Morihei Ueshiba no lo creó como un método más de defensa personal.Su intención fue además desarrollar un arte marcial capaz de integrar a la persona en todos sus aspectos: físico, mental, emocional y espiritual.En aikido no se utiliza la palabra «enemigo»; sino que se le considera un compañero de practica que ataca de forma honesta y comprometida, o simplemente uke —la participación en la técnica por parte del uke se denomina ukemi, que proviene del verbo japonés ukeru (受ける, 'recibir')—, pues mientras se entrena, si la mente ve un contrincante en la persona que realiza el ataque, el propio ego impedirá una respuesta armoniosa y respetuosa hacia el uke.En la práctica se da el encuentro entre dos, el nage (de 'lanzar', 'proyectar', 'el que lanza'), llamado en algunas escuelas tori (defensor), o sea quien realiza la técnica, busca evitar que, por descuido, rabia o descontrol, se inflija daño sin sentido al uke, (quien recibe la técnica).Los practicantes deben ser conscientes de la responsabilidad que adquieren al aprender las diferentes técnicas.Con el tiempo, sin embargo se descubre que la persona no necesita, ni desea realmente hacer daño a los demás para protegerse, así que el comportarse de forma violenta, se convierte en una opción más, pero no en la única respuesta.El maestro Mitsugi Saotome, discípulo del maestro fundador Morihei Ueshiba, afirma: Esto se logra entrenando nuestra percepción, desarrollando nuestra decisión, dando lugar a una técnica armoniosa.Y posteriormente, ya en los grados avanzados se permiten los ataques ante puñetazos, patadas, estrangulaciones así como sus combinaciones.Las técnicas del aikido se desarrollan teniendo en cuenta los aspectos en común entre sí mismas, de manera simultánea con la táctica; además de aplicar un acondicionamiento físico diferente al estar basado en la relajación, la alineación corporal, los desequilibrios, los giros, las torsiones y extensiones, y la transferencia del peso corporal e impulso, además del desarrollo de una tono muscular dinámico muy específico.Si bien las escuelas más tradicionales en el aikido, no utilizan cinturones de colores en los practicantes principiantes e intermedios (grados kyū) para indicar su nivel, esta es una práctica generalizada en otras, especialmente aquellas donde se enseña aikido a niños.Es decir: El progreso físico, técnico, cognitivo y emocional, de cada practicante se mide respecto a sí mismo.La espalda debe estar erguida, las rodillas ligeramente separadas, aproximadamente la anchura de dos puños.Luego se recoge primero la mano derecha y seguidamente la izquierda volviéndolas a su posición.Antes de iniciar un ejercicio, se saluda al compañero en seiza, en este caso, la reverencia no es tan abajo como ante el kamiza, y la mirada se dirige al frente, prestando atención a los movimientos del compañero.Se aplica, por ejemplo, cuando oficiando de uke en una demostración del sensei, este la detiene para realizar una explicación.Los kohai, o practicantes de grados kyu deben ingresar al tatami con tiempo antes del sensei, maestro.El sensei vuelve a girar hacia la clase y, con un seiza rei pronuncia un saludo de comienzo, por lo general onegaishimasu: por favor.A indicación del sensei, los practicantes se sientan en seiza, mirando al kamiza, ordenados del más antiguo al más nuevo de derecha a izquierda y de adelante hacia atrás.El sensei vuelve a girar hacia la clase y, con un seiza rei pronuncia un saludo de agradecimiento, por lo general domo arigato gozaimashita[10] (muchas gracias).Hasta tanto comienza la práctica, el jo se mantiene en la mano derecha pegado a la parte posterior del brazo.Al entregar el jo a otro compañero siempre se hace ofreciéndolo con ambas manos.Al finalizar la clase se procede de la misma manera para el saludo final.
El pictograma
kanji
para la palabra
ki
o energía, representa una olla con arroz exudando vapor.