A primera vista puede confundirse con una "pequeña katana", pero su diseño en realidad es diferente.
Pese a que la estética es idéntica, el diseño de la hoja y la tsuka (empuñadura) son sustancialmente más sencillos.
Generalmente, por razones de etiqueta, se porta en el obi (cinturón), aunque ciertamente se podría ocultar con relativa facilidad.
Aunque el arma secundaría del samurái era el wakizashi (versión más corta que la katana) o el kodachi (versión más corta que el tachi), algunos samurái preferían el tantō por la soltura de su manejo y como complemento de sus artes marciales cuerpo a cuerpo.
Como objeto ceremonial se extendió durante la nueva era, sustituyendo al wakizashi o el kodachi en el ritual del seppuku o harakiri (una ceremonia de suicidio que el samurái realizaba con el objetivo de recobrar su honor tras una deshonra).