Mango (del latín, manicus) es la parte por donde se coge con la mano un instrumento o utensilio para usarlo.
A los de madera, esta les confiere una elasticidad que proporciona cierta blandura en el manejo de la herramienta, unido a la economía que supone el cambiarlo en caso de rotura, aprovechando el resto del instrumento.
Además, en el caso de usarse este en contacto con el fuego, la madera por su mala conductibilidad no transmite calor que lo haga inmanejable.
Casi siempre tienen virola metálica para evitar que la madera se raje por el orificio por donde entra la herramienta.
En estas suele ir el mango soldado a la herramienta y es metálico.