Sin embargo, puede darse que alguno de los bandos utilice tácticas no convencionales para forzar la capitulación.
El concepto de estado fue defendido por primera vez por Platón, luego encontró más aceptación en la consolidación del poder bajo la Iglesia católica.
La mayoría de las guerras modernas se han llevado a cabo utilizando los medios convencionales.
El estado y los principios clausewitzianos alcanzaron su punto máximo en las guerras mundiales del siglo XX, pero también sentaron las bases para su deterioro debido a la proliferación nuclear y la manifestación de conflictos culturalmente alineados.
Este desarrollo parece haber dejado al margen el conflicto convencional librado por el estado.
De las teorías que intentan interpretar la guerra como continuación o consecuencia de ciertos fenómenos demográficos, la más conocida es la teoría malthusiana, que lleva el nombre del escritor inglés Thomas Malthus.
La escasez de alimentos y otros recursos, junto con el hambre y las enfermedades, lleva a la guerra como uno de los medios mediante los cuales la población se reduce a niveles aceptables.
Esta teoría se utiliza, entre otras cosas, para explicar el aumento contemporáneo del radicalismo entre la población musulmana en el mundo actual.
Las teorías racionalistas rechazan la idea de que la guerra, especialmente en la época moderna, sea el resultado de tendencias psicológicas atávicas o factores irracionales, y en su lugar intentan explicar su estallido mediante decisiones racionales, es decir, basadas en el sentido común de los gobernantes que consideran que el conflicto armado, en determinadas situaciones, es una alternativa más aceptable que mantener la paz a costa de debilitar su propio estado y poner en peligro su seguridad a largo plazo.
[5] En el siglo XX comenzaron a desarrollarse teorías que abordan el problema de la guerra y sus causas desde un enfoque politológico.
Considera las guerras como iniciativas imperialistas cuyo objetivo es aumentar el poder de la clase dominante a expensas del proletariado y otras clases oprimidas, las cuales son divididas mediante conceptos como el nacionalismo y la religión.
Según esta teoría, las guerras no desaparecerán hasta que, a través de una revolución mundial, se cree una sociedad sin clases.
Estas civilizaciones están delineadas a lo largo de líneas culturales (por ejemplo, occidental, islámica, sínica, hindú, budista, etc.).
De esta manera, las culturas que durante mucho tiempo han estado dominadas por Occidente se reafirman y buscan desafiar el statu quo.
Algunos ejemplos de alto perfil son el conflicto entre Pakistán e India o las batallas en Sudán.
Las redes de espionaje del estado también están severamente limitadas por esta movilidad no restringida por las fronteras estatales.
La guerra encubierta o no convencional significa en este contexto el uso de grupos comando que operan en pequeños números y que a menudo pasan desapercibidos para el público en el enemigo (en territorio controlado por el enemigo).
En su mayoría, están en estrecha relación con las operaciones del servicio secreto o intentan que los lugareños estén de su lado.