En 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi había conquistado Noruega, Checoslovaquia, Polonia, Bélgica y los Países Bajos entre otros países, sólo quedaban las dos grandes potencias militares: Francia y Gran Bretaña.
La Luftwaffe comenzó el ataque bombardeando centros industriales, pero sus aviones no podían permanecer más de 20 minutos sobre la isla, ya que sólo tenían suficiente combustible para eso y para poder regresar a sus bases en Francia y otros países del continente.
Hitler no había dudado en bombardear Varsovia en Polonia y otras ciudades europeas incluyendo Róterdam.
En 2002 el embajador alemán en Londres y un corresponsal de la revista alemana Der Spiegel en la capital británica han acusado a los británicos de no enseñar adecuadamente la historia en los colegios en lo que a Alemania se refiere.
[1] Según dicen, los británicos poseen una imagen anticuada del pueblo alemán, en general creyendo que la mayoría son nazis o asociándolos a la Segunda Guerra Mundial de cualquier otra manera.