La primera se convirtió en abadesa (antes lo había sido del monasterio de Amusco), aunque ejerció la dignidad por poco tiempo ya que falleció ese mismo año, y la segunda en vicaria.
Leonor de Castilla es representada como hermana clarisa, con las manos unidas en actitud orante, y su estatua yacente está realizada en alabastro.
[1] Se atribuye este sepulcro al escultor castellano Alejo de Vahía.
El claustro renacentista presenta cubierta arquitrabada apoyada en columnas de tipo toscano.La iglesia, única parte visitable del monasterio de la Consolación, es el elemento más moderno del convento.
El mobiliario interior consiste en tres retablos barrocos dorados: el Mayor, que contiene nueve motivos escultóricos distribuidos en sus tres calles y tres cuerpos, y los dos retablitos gemelos situados el uno en frente del otro en los lados del Evangelio (norte, por donde se accede al templo, y de la Epístola (sur).
En el fondo del sepulcro aparece un relieve renacentista que representa una escena de la Sagrada Familia con la Virgen María, Santa Isabel, el Niño Jesús y San Juanito; en la parte superior trasdosada, una artística celosía cubre este lucillo sepulcral, realizada por el yesero mudéjar Braymi, quien también revistió el sepulcro de bulto yacente y estilo plateresco de Inés Manrique, fallecida en 1535, y esposa del Adelantado de Murcia Juan Chacón.
El Refectorio de las monjas está presidido por un Crucifijo gótico del siglo XV.
El monasterio conserva un archivo con documentos históricos de carácter médico; son fondos (apuntes, recetarios, prescripciones) generados por los cirujanos y médicos que atendieron a las moradoras del cenobio a lo largo del tiempo.