Estilo Cisneros o estilo cisneriano (también denominado arquitectura cisneriana, renacimiento cisneriano o gótico cisneriano)[1] fue una modalidad decorativa del gótico final y el primer renacimiento españoles, localizado temporalmente entre finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI, y espacialmente en el centro peninsular, especialmente en Toledo, vinculado a la figura de Francisco Jiménez de Cisneros (el cardenal Cisneros) y en muchos rasgos similar al plateresco.
Esencialmente el Cisneros es un estilo arquitectónico, diferenciable del estilo isabelino y del estilo plateresco, reconocible por sus características decorativas que unen formas renacentistas con mudéjares.
Se desarrolló principalmente en el programa arquitectónico de la archidiócesis de Toledo en la época del cardenal Cisneros, bajo la dirección del arquitecto Pedro de Gumiel.
En la sala capitular de la misma catedral Gumiel y Egas diseñaron una estructura constructiva de tradición mudéjar para acoger un importante programa pictórico, confiado a Borgoña, que en la antesala es italianizante y en la sala propiamente dicha (tras una puerta enmarcada por un alfiz con yesería mudéjar) responde a criterios del mudéjar interior de carácter palaciego (frescos, artesonado y galería de retratos), sin dejar de mostrar rasgos procedentes del Quattrocento florentino.
El mismo Borgoña decoró la capilla mozárabe con un ciclo de frescos que representan la Conquista de Orán por Cisneros (1514).