Puruhá

Se dice que el inca Atahuallpa era hijo de una mujer puruhá del linaje Duchicela pero la documentación histórica no ha podido comprobar aquello.Esta a su vez es el resultado de migraciones que llegaron probablemente desde el norte ya sea por mar o por tierra.Es sin embargo Elenpata el lugar más interesante arqueológicamente hablando y es una pieza clave dentro de la mitología puruhá.Es importante mencionar que existen cuatro manantiales a catequil llamados catequilla en esta región.[4]​ Tomando en cuenta la corta duración del periodo Huavalac, es importante resaltar más bien lo ocurrido en la conquista Inca.Sin embargo, las cerámicas más características, hasta el momento según las investigaciones, de esta cultura es la que se desarrolló en Elenpata.Pueden ser encontrados en varios museos como la Casa del Alabado, el Centro de Interpretación Cultural Patati-Urcu, así como en colecciones privadas.Además de esto era común los trípodes que eran usados tanto en la vida cotidianda como en los entierros.Se cree que fue un sitio al mismo tiempo ceremonial y habitacional por la cultura antigua Puruhá.Es importante porque acá existe gran cantidad cerámica que muestra influencia de la cultura Cañari, así como del comercio mantenido con los señoríos costeños.Desde este cerro se pueden observar 3 lomas que asimismo son importantes para el estudio arqueológico de Puruhá.Los estudios arqueológicos se han realizado desde el siglo pasado, sin embargo fueron descontinuados y desde el año 2013 empezaron a retomarse.La investigación de estos entierros fue iniciada por las excavaciones hechas por Jijón y Caamaño en 1927 pero después fueron descontinuadas.Al igual que en el Cerro Collay, fueron retomadas en la última década gracias a las investigaciones realizadas por la UNACH.Además existen tumbas en Payacucha y en Ruicruz que están siendo consideradas para mayor exploración arqueológica.[12]​ Dentro de la religión ancestral Puruhá encontramos a dos deidades importantes, Catequil y Pillallau.El culto a Catequil era muy difundido e incluso fue investigado etnográficamente por los esposos Costales (Alfredo y Piedad) en el siglo XX, lo que daría como consecuencia el importante libro sobre mitología prehispánica llamado "Mitos Quitu-Cara", publicado en 1996.[13]​ Este rito consistía en baños sagrados en algún manantial que era considerado como una "poza de catequil" por la comunidad.Aves consideradas sagradas que vivían en las antiguas lagunas de Añaquito y Turubamba.[14]​Por último, es importante rescatar el valor arqueológico que tienen los cuatro manantiales llamados catequillas que se encuentran en territorio Puruhá y es importante su preservación debido a su valor cultural, y potencial para la reconstrucción del pasado de Ecuador.[16]​Hasta donde el culto por el Chimborazo era al volcán específicamente o a Pillallau, la deidad que ahí vivía está todavía por confirmarse.Cada comunidad puruhá propone tejidos con ciertas particularidades, además contextualiza sus indumentarias con elementos simbólicos relacionado con la naturaleza, deidades, cosmos y la comunidad, constituyéndose todos con singular belleza y una gama de colores que no solo muestra la riqueza cultural e identitaria, sino que, además, nos permite adentrarnos a diferentes códigos y símbolos que están plasmados en cada elemento textil.[17]​Las fajas, también llamadas chumpis en idioma kichwa llevan nombres distintos dependiendo del tamaño y color.Su costumbre y creencias religiosas están vinculadas a las Iglesias católica y evangélica, creencias que hoy en día se entremezclan con prácticas propias de religiosidad natural, donde el vínculo con la naturaleza se torna simbólico.
Vasija con pintura negativa
Patrón de confección de textiles tradicionales en Guano, con técnica vertical