Un pañuelo sujetaba la mandíbula inferior del fraile con un nudo de ambas puntas sobre su cabeza para evitar que se mantuviera abierta, aunque según algunos pobladores se trata de una costumbre impuesta por supersticiones locales.Una vez desenterrada, la momia fue exhibida durante 50 años en la Biblioteca Municipal, donde la humedad de la época lluviosa y los hongos afectaron su preservación.[5] Con las conclusiones del estudio se descartó que el cuerpo perteneciera al fraile Lázaro, quien vivió en los año 1500.Y que la persona a quien pertenecen estos restos humanos falleció por una infección masiva bucal que se extendió a la piel, sangre y cerebro, se desconoce la identidad de la momia.En el museo también se exhiben otros hallazgos como tinajas, manuscritos y otros recipientes cerámicos también se encontraron en el antiguo emplazamiento de la iglesia tras el terremoto, pero no cerca de la tumba del fraile franciscano.