Tal agitación moderada del evento se extendió tan lejos como Quito y Guayaquil.Hoy en día, esas amenazas geológicas existen en todo el país tanto de sismicidad interplaca como intraplaca.[2] Este sismo fue precedido por un temblor premonitorio, modesto como la mayoría de estos, pero lo suficientemente fuerte como para causar caos, y forzar a la gente a huir de sus hogares hacia las calles.[10] Otros quince pueblos y ciudades fueron también seriamente afectadas,[10] incluyendo Guano, que fue completamente devastado.Todas las viviendas en Pelileo resultaron destruidas, muchos edificios quedaron en ruinas, y grandes grietas se formaron en el suelo.Solamente en Ambato el 75% de las viviendas que aún permanecían en pie debieron ser demolidas.[2] El terremoto afectó severamente alrededor de 30 localidades y dejó a unas 100 000 personas sin hogar.Plaza dirigió los esfuerzos de rescate durante dos días; habiendo puentes aéreos desde Quito, trayendo suministros.Algunos enfermos fueron sometidos a cuarentena y se les prohibió abandonar la ciudad.[14] El terremoto impactó considerablemente en varias ciudades: destruyó Guano, Patate, Pelileo, Pillaro, y un tercio de Ambato.[15] En Pelileo, los socorristas encontraron a las víctimas enterradas, y por agujeros en el suelo los alimentaban.Tal festival fue un suceso, y se convirtió en un evento anual celebrado cada año durante el carnaval.La ciudad es conocida por su amplio mercado, vendiendo una amplia gama de artículos como golosinas y flores, y por sus quintas- antiguas fincas que sirven como parques históricos - algunos de los cuales son anteriores al terremoto.La sismicidad intraplaca es una amenaza más formidable, ya que puede ser mucho más potente que la sismicidad interplaca; y generalmente asociados con deslizamientos, subsidencia, y aún licuefacción del suelo.