Plaza de María Agustina (Castellón)

La plaza María Agustina se construye en 1886, durante el Sexenio Democrático.

Vivía esta familia en la llamada Casa Grande (actual sede de sindicatos) y debido a que era una mujer dotada de las mayores virtudes morales y muy querida por sus vecinos, dieron estos de un modo espontáneo su nombre a la plaza.

En esta época de crisis económica, en Castelló de la Plana se decide, para dar trabajo a los jornaleros, emprender una serie de obras civiles: trasladar el cementerio al otro lado del río, construir en su lugar el Parque Ribalta y levantar la plaza María Agustina al final de la calle Mayor, en el cruce de caminos conocido como "El Toll".

En 1984 su hijo Ferran Guallart restauró los paneles cerámicos y añadió otro con las mismas características conmemorando la Fiesta del Árbol de ese año.

En ese momento también se dio al macetero su imagen actual con un revestimiento en trencadís marrón y blanco que se repite en la fuente y el mobiliario urbano de la plaza.