Pedro de Urdemalas

Parece haber desaparecido de la consciencia popular ibérica moderna como personaje folclórico, mientras que ha perdurado en América Latina.

Gregorio de Argaiz[2]​ y Juan Ferreras[3]​ lo identificaron con el líder bagauda Burdunello, sublevado a finales del s. V en Zaragoza contra el rey Alarico II.

[7]​ Estos rasgos son: un origen misterioso, ser mozo de muchos amos, gran ingenio, habilidad para burlar y constante subversión del orden establecido.

Allí el personaje, debido a su astucia, recorrido vital, experiencia en servicios a varios amos y viajero infatigable, ya asume, con el diálogo entre sí mismo y los que lo rodean, la capacidad de decir las verdades que nadie se atreve a decir y de ser portador de una muy especial sabiduría emanada del contacto con la realidad.

Presumiblemente esa publicación reflejó no solo la existencia de una tradición oral ya bien establecida, sino también un interés más general en sus aventuras.

Y sin embargo, nunca tiene nada, carece de amigos, familia o cualquier arraigo humano.

En Chile es caracterizado como un personaje que principalmente busca satisfacer sus necesidades y deseos sin consideración alguna por otros.

La ingeniosidad de Pedro no consiste en inventar tramas complejas sino en entender lo que motiva a otros.

[10]​ (ver, por ejemplo: El cuento del tío; Tocomocho; Estafa nigeriana, etc) A nivel general, varios antropólogos -notablemente Lévi-Strauss- han remarcado en la generalidad de la presencia del coyote o cuervo, caracterizados como burladores en muchas sociedades indígenas de la América precolombina.

Estos personajes son entendibles quizás como expresión de crítica social, rebeldía o resistencia popular; creando un espacio para verdades no fácilmente acomodables en sistemas sociales, especialmente si esos implican valores o estratificaciones demasiado rígidos o desigualdades excesivas, sugiriendo al mismo tiempo que el ingenio humano es el instrumento fundamental no solo de supervivencia y éxito, pero incluso, en ocasiones, de cambio social.