[2][3] Pedro declara su bajo origen social: "Yo soy hijo de la piedra, / que padre no conocí..." y se ve solo para luchar contra la vida haciendo el pícaro; un mago le predice un futuro halagüeño y según su profecía será rey, papa, volatinero.
Se refleja entonces un mundo y un ambiente que tienen mucho en común con La Gitanilla y aprovecha Cervantes para hacer cuadros de costumbres.
Belica, en realidad, resulta ser sobrina de la reina, frustrando el presumible matrimonio de Urdemalas.
Fracasado también en el amor, se convierte en actor, profesión en la cual, por lo menos, podrá ser todas las cosas que le ha prometido el mago y él ambicionaba: Pese a su condición de pícaro, Urdemalas lleva a sus actos cierta nobleza, o por lo menos cierta simpatía.
La obra termina con un pasaje interesante para comprender la ideología dramática cervantina.