[1] En Candelario (Salamanca, España), un municipio de la comarca Sierra de Béjar, conoció a María del Castañar Domínguez, la mujer que con el tiempo se convertiría en su esposa.
Dadas sus inquietudes intelectuales y profesionales, posteriormente decidió matricularse en Valladolid en la carrera de Geografía e Historia, cuya licenciatura obtuvo en 1987.
Como afirma su amigo Celso Almuiña, Pablo Puente «tenía instinto de investigador tanto para las restauraciones como para los montajes de las múltiples exposiciones que se le encomendaron».
[3] También dice de él: «No regateaba tiempo, esfuerzo o sabiduría.
Repensaba cómo mejor visualizar la idea que querías representar».
[3] En cuanto a las restauraciones, y acorde con su sensibilidad y vasta cultura, era un profesional que «siempre comenzaba por un exhaustivo análisis previo de carácter histórico-artístico, para no traicionar, decía, la esencia de la restauración a emprender».
[2] De las no pocas publicaciones que realizó a lo largo de toda su vida profesional, se pueden mencionar:[2] Entre su muchas ponencias, congresos, seminarios y jornadas, se pueden extraer las siguientes:[2] De 1975 a 1977, fue funcionario interino del IRYDA, en la Inspección Regional del Duero.