En su obra se ven reflejados los paisajes de la amplia llanura castellana, con horizontes inmensos que invitan al pensamiento, la reflexión e incluso la mística que inspiró a Juan de la Cruz y Teresa de Ávila; algunos personajes de su recuerdo son usados al modo en que Miguel Delibes utiliza personajes en sus novelas ambientadas en la Castilla rural.
[cita requerida] Desarrolló su vida profesional en Valladolid y en Alcazarén, su residencia durante más de cincuenta años.
En 1988, José Jiménez Lozano, el sacerdote José Velicia y el arquitecto Pablo Puente[3] desarrollaron en Valladolid la primera edición de la exposición Las Edades del Hombre.
Compaginó la carrera periodística con la literatura: es autor de novelas, ensayos, poesía y diarios.
Fue galardonado con el Premio Cervantes 2002 —considerado como el Nobel de las letras hispanas—.