Se sitúa a una altitud de 1447 m y en la cabecera del río Gallo.
[4] Los bosques de pino ocupan casi todo el término, marcados por la altitud.
Las turberas, que reciben el nombre de tremedales, son abundantes y en ellos se dan especies como la atrapamoscas o diferentes orquídeas.
El roble marojo (Quercus pyrenaica) ha ido cediendo espacio al pino debido a la presión antrópica ejercida por este.
En esta zona nacen ríos como el Tajo (en los Montes Universales), que pertenece a la vertiente atlántica, el Cuervo, también de la vertiente atlántica, y el Turia, el Júcar y el Cabriel, que son de la vertiente mediterránea, y algunos que desembocan en el valle del Ebro.
En el yacimiento arqueológico de El Toril, excavado por Jesús Martín Rodrigo en 1986, se han encontrado evidencias celtíberas.
A mediados del siglo XIX, el lugar contaba con una población censada de 752 habitantes.
[6] La economía del municipio está basada en la agricultura, la ganadería y la explotación forestal.
La especie forestal que se explota es la autóctona de la tierra, el pino albar.
[7] El sector servicios, centrado en el turismo rural y de montaña, así como en el cinegético, tiene un peso cada vez más importante.
Hay alojamientos en casas rurales, camping, hotel y el complejo vacacional Residencia Padre Polanco.
El comercio es muy limitado y destinado a cubrir las necesidades básicas de la población.
En cuanto a la educación, cuenta con una escuela de primaria, y en sanidad con un consultorio médico.
También se encuentran pequeñas lagunas, retenciones de aguas oligotrofas, que crean espacios húmedos muy ricos en vegetación y fauna, son los llamados tremedales.