Nosotros, los valencianos

[11]​ Fuster, que afirmaba, parafraseando a Jaume Vicens i Vives,[12]​ no haber encontrado nunca una reflexión realmente seria sobre la identidad del pueblo valenciano y que por ese motivo se consideraba obligado a descifrarla,[13]​ rompía con el valencianismo precedente, al considerarlo provincial y sucursalista,[14]​[15]​ y rompía también con el trabajo histórico y sociológico realizado hasta ese momento, acusándolo de padecer de una «deplorable e indecorosa miopía 'nacional'».[22]​[9]​ Nosotros, los valencianos está dividido en tres grandes secciones: El ensayo plantea que la conformación de la que veinte años más tarde sería denominada como la Comunidad Valenciana parte, desde sus orígenes, de una «dualidad nacional insoluble» —según la expresión utilizada por el autor para referirse a la convivencia de colonos catalanes y aragoneses asentados históricamente en territorio valenciano —.[28]​ Igual rechazo planteó a la población morisca asentada históricamente en el territorio, considerando incluso que su expulsión fue un hecho positivo.[37]​ Al terminar el franquismo, la izquierda valenciana, no sin contradicciones, asumió gran parte de los postulados fusterianos.[38]​ De este modo la derecha logró encontrar un pretexto perfecto para atacar tanto a la izquierda como al incipiente nacionalismo valenciano.[39]​ Debido al escaso apoyo popular que tuvieron las posiciones fusterianistas, éstas fueron abandonadas progresivamente por diversos partidos valencianos de izquierdas.Nació así lo que se conoce como tercera vía del nacionalismo valenciano[47]​ que consiste grosso modo en la consideración del País Valenciano como nación cultural en sí misma, reconociendo las ligaduras históricas y lingüístico-culturales con los otros territorios de la antigua Corona de Aragón,[48]​ y considerando como parte de un todo a las culturas catalana y castellana asentadas en la Comunidad Valenciana.
Vídeo del Instituto de Estudios Catalanes en el que Joan Francesc Mira habla del Nosaltres (en valenciano).