Niño del Cerro El Plomo

En excavaciones hechas antes en el lugar, Chacón encontró varias figuritas de oro, plata y concha.

Luis Gerardo Ríos extrajo el cuerpo y se lo entregó a su sobrino.

Al día siguiente, los expedicionarios optaron por descender sólo con los objetos, sin el cuerpo encontrado, que dejaron enterrado en una cueva.

El 18 de marzo, Guillermo Chacón y Luis Gerardo Ríos ascendieron nuevamente, retiraron el cuerpo del niño de la cueva donde lo depositaron y bajaron a Puente Alto.

El hallazgo y posterior venta del cuerpo al museo generó revuelo periodístico en su momento, incluso despertando el interés de medios de prensa internacionales, como la mundialmente conocida revista Life.

Un ejemplo son las características del sitio, en el que existían tres construcciones cuadrangulares de pirca.

Gracias a este descubrimiento, prácticamente se inauguró la arqueología en las altas montañas de los Andes.

A pesar de los análisis, estudios y tiempo transcurrido desde su hallazgo, actualmente no ha sido posible determinar con precisión la procedencia ni la filiación étnica del Niño del Cerro El Plomo.

Los relatos literarios ponen el acento en las ofrendas que acompañan a los niños.

Los hallazgos arqueológicos han encontrado las sepulturas infantiles y los objetos que los acompañaban intactos.

Fue depositado en una cámara excavada en el lugar denominado enterratorio, y posteriormente cubierto con lajas.

[5]​ Eliana Durán, arqueóloga del MNHN, señala que el pequeño «fue emborrachado con coca e instalado en su sepulcro de piedra y hielo.

Se adormeció lentamente con el frío y sin sufrir dolor alguno ni darse cuenta, falleció».

(Esto sugiere la posibilidad de que ambas ceremonias se hayan realizado simultáneamente, o sea al mismo tiempo.

En ese lugar descansaban los sacerdotes incaicos cuando se dirigían a hacer ofrendas al Ushnu de Cerro El Plomo.

El inca supremo es quien ordenaba las normas de estos sacrificios,[8]​ y los tukuy rikuq (Lengua quechua: corregidores) y michuq (jueces) debían rendirle cuentas de su fiel ejecución.

El proceso de liofilización permite que el cuerpo pierda sus líquidos, pero sin necesidad de utilizar altas temperaturas, lo que permite mantener sus propiedades químicas, físico-químicas y bioquímicas.

Como el cuerpo del niño experimentó una liofilización natural, al haber sido sacado del enterratorio y expuesto a temperaturas más altas, no sufrió un descongelamiento o un deterioro, como sí hubiera sucedido en el caso de que el cadáver hubiese estado simplemente congelado.

En la exhibición Chile Biogeográfico, que abarca todo el primer piso del Museo Nacional de Historia Natural, se muestra una réplica del cuerpo, mientras que al original solo tienen acceso investigadores.

Dada la importancia científica y patrimonial de esta emblemática pieza del MNHN ha sido sometida a diversos análisis para evaluar aspectos biológicos del cuerpo, así como revisar permanentemente su estado de conservación.

En la ocasión se revisaron tanto el cuerpo del niño, así como los objetos que componían su ajuar y la ofrenda funeraria.

Los avances tecnológicos permitieron realizar una tomografía computarizada del cuerpo y analizarlo con microscopía electrónica.

Pese a los adelantos disponibles, este segundo análisis no entregó resultados muy distintos a los obtenidos en 1954 por Grete Mostny, pero sí se recabó información suficiente como para determinar la mejor forma de conservar el cuerpo.

La réplica del Niño del cerro El Plomo en la exhibición en el Museo Nacional de Historia Natural , en Santiago ( Chile )
El Adoratorio o Pirca del Inca en el camino al enterratorio
La zona del Enterratorio vista desde la cima de El Plomo. La tumba devastada con pala y chuzo por los saqueadores ya no se aprecia al lado de la laguna de la cumbre.
Niño del cerro El Plomo, con ajuar funerario
Grete Mostny y el Niño del cerro El Plomo (Foto de Frans Stoppelman , 1954)
Un cacique del Collasuyo, según Guamán Poma de Ayala
Adoratorio inca en el cerro El Plomo
Ícono de Viracocha
Huaca del Collasuyo
Cámara de refrigeración en la que se conserva el cuerpo del Niño del Cerro El Plomo en el Área de Antropología del Museo Nacional de Historia Natural
Preparación del Niño del Cerro El Plomo para ser analizado en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile (2003)