Sin embargo, la identificación con la provincia de Santander fue desde el principio inexacta, dado que su extensión es significativamente mayor.
Sin embargo, la equivalencia La Montaña-Cantabria sobrevive en el siglo XXI, citada sobre todo en contextos históricos.
El nombre de La Montaña ha servido tanto para nombrar al territorio ocupado por la actual Cantabria (incluso varios municipios colindantes que pertenecen a provincias limítrofes) como a una comarca de Cantabria.
Sin embargo, sigue vigente la tradición en la que los habitantes de las tierras altas de Cantabria denominan La Montaña a las tierras situadas a menor altitud que las suyas en dirección al mar Cantábrico.
Entre los siglos XIV y XX, La Montaña era el nombre con que los habitantes de ella llamaban a su tierra.
[9] Entre los siglos XVII y XIX es frecuente observar en diversos escritos como los montañeses designan a su región con la denominación «provincia de Cantabria» o simplemente «Cantabria», además de denominarse «cántabros».
Se podría hablar de una total coexistencia entre ambos términos desde el siglo XVIII.
Si la provincia llegó a llamarse «Santander» no fue solo por la preponderancia e insistencia de la ciudad de Santander porque fuera así, sino porque las Cortes decidieron que las provincias, excepto las forales, se denominasen como sus respectivas capitales.
En ciertos momentos históricos el uso del nombre La Montaña estuvo ligado a posturas políticas conservadoras, opuestas al regionalismo, que defendían la total unión de la provincia de Santander con Castilla.