Cuando Ciro II (c. 559-530 a. C.) llegó al poder, la moneda no era común en su reino, sí en cambio, la plata.
La ceca estaba ubicada en Sardes, entonces la capital de todas las satrapías, una región que suministraba moneda circulante.
Estas primeras monedas tenían un reverso incuso grabado a golpe de punzón, mientras que los motivos del anverso consistían en una figura pictórica.
[4][11] En una tablilla de arcilla datada en el año 22 del reinado de Darío I (c. 500 a. C.), se reproduce un siclo con el característico guerrero disparando una flecha, lo que demuestra que ya existía tal moneda en ese momento.
[16][17] Debido a este y otros descubrimientos, la creación del dárico y el siclo se remonta a la última década del siglo VI a. C., durante el reinado de Darío I.
La circulación de los dáricos se limitó principalmente a la parte occidental del Imperio aqueménida.
[23] Esta nueva moneda ganó mucha popularidad en todo el mundo antiguo durante más de 150 años.
Según Plutarco, el rey espartano Agesilao dijo al salir de Asia «Fui expulsado por 10 000 arqueros persas», en referencia a los dáricos por los diseños en su anverso, ya que esa cantidad de dinero se había pagado a los políticos atenienses y tebanos para iniciar la guerra contra Esparta.
[27][28] Asimismo, en el arte sumerio se conocen otras representaciones del rey como un arquero (por ejemplo disparando desde su carro), por lo que esta tipología también sería natural para esa población.
También se han encontrado siclos en tesoros en Asia Menor, y monedas sueltas junto con otras monedas griegas desde el antiguo Egipto hasta Afganistán y Pakistán (tesoro de Shaikhan Dehri).
Por ejemplo, las monedas griegas que se encuentran en el tesoro de Kabul incluyen los siguientes tipos:[34][35] El Imperio aqueménida ya había llegado a las puertas de la India durante la expansión original de Ciro II el Grande, y la conquista aqueménida del valle del Indo se remonta aproximadamente al 515 a. C., bajo Darío I, tras lo cual se estableció una administración en la zona conquistada.
El descubrimiento del tesoro de Kabul (también llamado Shaman Hazouri) ayuda a atestiguar y fechar estos hechos.
[43][44] Ya antes del año 500 a. C., los aqueménidas habían sido los primeros en representar la persona de su rey o un héroe en sus dáricos y siclos, de manera estereotipada, mostrando un busto o cuerpo completo, pero nunca con un retrato real.
[44] Después de su conquista del Imperio aqueménida, Alejandro Magno estableció sus propios sátrapas en los territorios conquistados, algunos de ellos aqueménidas que eran favorables al invasor, como Maceo, y otros hombres cercanos a Alejandro que habían colaborado con él, como Balacro.
Algunas de estas monedas están datadas alrededor del 315 al 298 a. C. Estos dáricos continuaron usando los tipos aqueménidas, pero con los reversos ligeramente movilizada para incluir patrones[50][51]