El término Monarquía Española designa la organización política del Gobierno y del Estado en España, y cuya trayectoria va desde la unión dinástica de los reinos peninsulares en los Reyes Católicos y sus descendientes, reformándose durante el nuevo régimen hasta la actualidad en España, interrumpida únicamente en los períodos de la Primera República (1873-1874), la Segunda República (1931-1939) y parte del régimen franquista (1939-1975), donde España volvió a constituirse en Reino tras la aprobación de la quinta Ley fundamental sobre la Sucesión en la Jefatura del Estado.
[7] Tras la invasión mulsulmana del 711, durante la Reconquista hubo reyes cristianos que se consideraron herederos de la Hispania visigoda para justificar la recuperación de la unidad política y cristiana arrebatada.
[9] Durante la Edad Media, los árabes habían conquistado buena parte de la península ibérica.
Desde el año 1833, con el pretexto de la cuestión dinástica, se sucedieron tres guerras civiles en España que jalonaron intermitentemente una parte del siglo XIX, donde los constitucionalistas («cristinos», «alfonsinos») oponían su ideario del estado liberal contra el absolutismo y foralismo de los carlistas.
[16] De esta manera, Carlos María Isidro, hermano del rey Fernando VII, fue relegado en favor de su sobrina Isabel, hija del rey; y así, si Carlos María Isidro no tuvo inconveniente en renunciar a sus derechos en 1808,[17] en 1833[18] sus argumentos habían cambiado, y con sus partidarios («carlistas») inició la Primera Guerra Carlista.
En las constituciones de 1812, 1837 y 1845 aparece el término las Españas, en alusión a los territorios que integraban el Imperio español, aunque también aparece en singular en las dos últimas bajo la fórmula dominios de España.