Miguel Núñez de Prado
Núñez del Prado ingresó en el Ejército, realizó estudios en la Academia de caballería.[6] Su destacada intervención en los combates del Rif le supusieron varios ascensos y condecoraciones.[17] En esas horas inciertas, Núñez de Prado se dirigió en avión a Zaragoza, ciudad que aún no se había sublevado formalmente, a fin de persuadir al general Cabanellas, al mando la V División Orgánica, de que no se uniese a la sublevación.Núñez de Prado sabía que ir a Zaragoza era ir a una muerte segura y pidió al ministro y presidente del Gobierno viajar mejor a Sevilla, donde todavía se podía controlar la situación, aunque su petición fue desoída y finalmente aceptó la orden de Casares Quiroga por mera disciplina militar.[18] Al llegar a la capital aragonesa fue detenido por militares sublevados, siendo recluido en la Academia militar de la ciudad.[5] El historiador Hugh Thomas sostiene que junto a Núñez del Prado también fue fusilado su ayudante.[19] Otros historiadores también señalan en sus obras que Núñez del Prado fue detenido y posteriormente ejecutado.