La Aeronáutica Militar (a veces denominado Servicio de Aviación Militar) fue el arma aérea del Ejército de Tierra español desde 1913 hasta la guerra civil española, cuando su estructura se vio fracturada entre los dos bandos enfrentados y desapareció.
Aunque dependía directamente del Ejército de Tierra, era un arma militar que gozaba de cierta autonomía y estaba contemplada como un servicio que debía apoyar a las fuerzas terrestres.
[1] En esta primera ocasión fue usado en esta misión un aparato Lohner B-1 Pfeilflieger, tripulado por los capitanes Eduardo Barrón y Ramos de Sotomayor (piloto) y Carlos Cifuentes Rodríguez (observador).
Durante los siguientes años la aviación militar llevará a cabo más operaciones militares, aunque tras el inicio de la Primera Guerra Mundial éstas se suspenderán y no se reiniciarán hasta comienzos de los años 20.
En 1931 se produjo la proclamación de la Segunda República Española y el nuevo gobierno provisional nombró al Comandante Ramón Franco, entonces un decidido republicano y héroe del Plus Ultra, como nuevo jefe de la Aeronáutica Militar.
Al año siguiente el ingeniero Juan de la Cierva logró aterrizar en el portahidroaviones Dédalo con su autogiro C-30P.
Ese año el General Goded fue nombrado nuevo jefe de Aeronáutica.
[13] Lo cierto es que muchos de estos aparatos en aquel momento se encontraban en reparación, desarmados o muy desgastados para seguir siendo usados.
En el periodo inmediatamente anterior a la Guerra Civil, esta era la disposición de las unidades aéreas:[8]