Aeródromo Barberán y Collar

[1]​ Llamado así porque en la zona estuvo la ermita del Santo Ángel de la Guardia.

El aeródromo no contaba con una pista de aterrizaje, tal y como las conocemos hoy, sino con una amplia explanada de unos 600 por 700 m en la que la dirección del despegue variaba dependiendo del viento.

El aeródromo era usado tanto por el Ejército de Tierra, como por la Armada, para adiestrar a sus pilotos, en el que entre otros se formó Joaquín Collar Serra.

[5]​ Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), el aeródromo llegó a ser una importante base soviética, con un papel fundamental en la defensa de Madrid.

El grupo estaba integrado por Viktor Kuznetsov como jefe, Leonid Rivkin, Vladimir Srokin, Anatoli Serov y Mijail Yakushin.

Los alumnos, elegidos entre los mejores combatientes del frente, permanecían durante unos 6 meses en la URSS.

En 1943 se empiezan a construir los hangares y un edificio junto a las vías del tren para albergar la academia; con las obras aún no terminadas se tomó la decisión de ubicar la academia en San Javier (Murcia).

El edificio se encontraba en aquel momento en muy mal estado, al no haberse acabado su construcción, careciendo de puertas o ventanas.

En los años 1950 fue ampliado para servir como base militar por el ejército de los Estados Unidos.

Tras el regreso de la Universidad a Alcalá en 1975, se utilizaron los terrenos del antiguo aeródromo para albergar el campus universitario.

Placa conmemorativa del Aeródromo de Alcalá de Henares y del Primer Centenario Mundial de la Aviación.
Placa conmemorativa del Aeródromo de Alcalá de Henares y del Primer Centenario Mundial de la Aviación.
Capilla del aeródromo.
Hangar lineal del aeródromo.
Monumento al Aeródromo Barberán y Collar (2003).