Tras las airadas protestas del sargento, su hija y su mujer lo convencen de que permita al niño quedarse.
La noticia por un lado alegra a Miguel pero por otro lo desanima al pensar que cuando lo vea lo considerará poca cosa.
La operación resulta un éxito y Julia recupera la vista, siendo Pipo la primera imagen que ve.
El sargento autoriza el traslado de Miguel y cuando se dirige hacia su nuevo destino volando, el piloto enferma repentinamente y se desvanece dejando a Miguel a los mandos del avión.
En 1969 se rodó un remake titulado Cateto a babor, protagonizado por Alfredo Landa, con un guion muy parecido, aunque ambientado en la Armada.