Tras dedicarse durante un tiempo a las artes plásticas, se instala en Madrid en 1939.
Ya en la capital, toma contacto con el mundo del cine, en el que comienza a trabajar como adaptador con Manolenka (1939), obra escrita por su hermano, a la que seguiría, un año más tarde El famoso Carballeira, igualmente adaptación de una de las comedias de su hermano.
Su debut como director tiene lugar, por medio de Suevia Films, de Cesáreo González, con el corto Tres maletas y un lío (1942) y la película Campeones (1942), en la que intervenían estrellas del fútbol como Zamora, Quincoces, Polo y Gorostiza).
En las siguientes tres décadas siguió rodando hasta alcanzar la cincuentena de títulos.
Algunos de ellos figuran entre los más taquilleros de su época, especialmente Botón de ancla (1948), protagonizada por Antonio Casal, Fernando Fernán Gómez y Jorge Mistral.