El metraje encontrado es una técnica narrativa en las películas de terror y los falsos documentales en que todo o una parte esencial del filme ficticio es presentado como si fuese material descubierto.
Para conseguir realismo, la fotografía es realizada por los mismos actores a medida que la interpretan, elementos visuales de cámara no estabilizada y una actuación muy natural.
Su precursor sería Holocausto caníbal (1980), estableciéndose más tarde con películas como The Blair Witch Project (1999) y Cloverfield (2008).
El metraje encontrado es originalmente el nombre de un género totalmente diferente, pero a veces ha sido usado para describir falsos documentales con esta técnica narrativa.
El erudito cinematográfico David Bordwell ha criticado este reciente uso debido a la confusión que crea, y en su lugar prefiere el término «metraje descubierto» para un truco narrativo.
En el cine, la técnica ha sido usada por primera vez en Holocausto caníbal en 1980 o Alien Abduction: Incident in Lake County en 1998, pero fue popularizada por The Blair Witch Project (1999) y consiguientemente usada en las películas bien conocidas como Actividad paranormal, REC y Poder sin límites.
Ya sea terror, drama o ciencia ficción, esta técnica narrativa ofrece nuevos alcances a la película.
No obstante, la única intención para uso es la cercanía a flor de piel que se puede generar entre el espectador y el personaje.