Muerte de una caza fantasmas

Veinte años después, Seth Masterson (Cordon Clark), sobrino de la familia Masterson, hereda la casa y contrata los servicios de una parapsicóloga, Carter Simms (Patti Tindall), por 5.000 dólares para que investigue si hay fenómenos paranormales en la casa.

Junto a ella, trabajarán Colin Green e Yvette Sandoval (Mike Marsh y Davina Joy), editor de vídeo y periodista respectivamente, durante tres días.

Una vez que consigue colarse, empieza a matarlos uno a uno y escribe una nota antes de suicidarse al igual que hizo la mujer del principio.

Antes del final de la película, un flashback revela que el Sr. Masterson se encargaba de ayudar a familias, "devolviendo al buen camino" con sus enseñanzas a jóvenes que hubieran pecado manteniendo relaciones sexuales.

Ante esta situación le dijeron a la familia de Miranda que había muerto y ocultaron al bebé.