JeruZalem

La película inicia con la cita Jeremías 19 del Talmud: "Hay tres puertas hacia el infierno.

Su hijo afirma que ella estaba tranquila al principio, pero luego se volvió violenta, hiriendo a su esposo.

En el último instante, la mujer suelta un grito demoníaco mientras le brotan unas alas de demonio, justo antes la mate con un derringer.

En el presente, las jóvenes estadounidenses Sarah Pullman (Danielle Jadeyln) y Rachel Klein (Yael Grobglas) planean un viaje a Tel Aviv.

En la fiesta, el grupo conoce a dos soldados israelíes llamados Yehuda (Yoav Koresh) y Tomer (Ori Zaltzman) quienes les invitan unas bebidas.

Luego de que Kevin accidentalmente insulta al recién fallecido hermano de Sarah, Joel (Steven Hilder), ella abandona la fiesta molesta y se dirige nuevamente al hotel.

Los cuatro amigos deciden disfrutar su tiempo en Jerusalén yendo a fiestas y recorriendo la ciudad.

Sarah también piensa que hay algo extraño, pero Rachel se niega a irse.

Los medios lo reportan como un posible ataque terrorista y recomiendan que los habitantes abandonen Jerusalén.

Sarah intenta sacar a Kevin del asilo, pero Rachel, Omar y su padre son escoltados por Yehuda y Tomer, quienes se niegan a detenerse e insisten en mantenerse en movimiento.

En el camino, el grupo descubre que Jerusalén está siendo atacada por demonios voladores que atacan a las personas, los muerden, los drogan, los abusan sexualmente o arañan para infectarlos y volverlos demonios, y comen carne humana.

Rachel empieza a sucumbir ante la infección, ella lanza un grito demoníaco y le brotan unas alas de demonio, pero en el último instante, se suicida disparándose en la cabeza con el arma de Yehuda.

Ella se convierte en un demonio y vuela en el aire, mientras Kevin la observa en shock.

Yael Grobglas, Danielle Jadelyn, Tom Graziani y Yon Tumarkin protagonizaron la película.

[6]​ La película se inspiró en la cita del Talmud (Jeremías 19): "Hay tres puertas hacia el infierno.

Doron, Sara y Yoav Paz se han mostrado interesados en usar la "realidad virtual" como complemento en la segunda parte, ya que no se usara el formato de cámara en mano usado en la primera película.

"Difícilmente podríamos haber soñado con poder hacer una secuela", dijo Doron Paz sobre el éxito de JeruZalem.