Marquesado de Casa Pontejos

Avecindados en Santander, eran regidores perpetuos de esta villa y del lugar de Valdecilla desde el siglo XVII.

La línea agraciada con el título se estableció en Madrid: la casa de su mayorazgo estaba en la carrera de San Jerónimo (donde hoy se encuentra el Teatro Reina Victoria), feligresía de San Sebastián.

[4]​ Y de esta morada pasaron al palacio de Miraflores en la misma calle, al unirse por matrimonio ambas casas marquesales.

Los dos hermanos varones del primer marqués,[9]​ y tres tíos suyos, hermanos de su padre,[10]​ se cruzaron también de Órdenes Militares, y casi todos sirvieron a S.M.

y premiados en 1728 con la merced de título, según expresa el Real Decreto.

El marqués falleció en Madrid el 3 de abril de 1735,[12]​ habiendo otorgado poder para testar el 17 de enero anterior ante José Fernández Montero, escribano de dicha villa, en el que declaraba por sus hijos, nacidos del primer matrimonio, a

[19]​ En 1817 se le impuso una multa de tráfico.

Había desempeñado varias misiones diplomáticas,[21]​ y cuando contrajo matrimonio estaba nombrado embajador en Lisboa, pero no llegó a servir el puesto porque fue promovido a gobernador del Consejo de Indias.

Presidió el Consejo durante cinco años, recibiendo la gran cruz de Carlos III, pero cesó en 1792 al caer Floridablanca, y también como él sufrió destierro de la corte y confinamiento en el reino de Murcia, donde los Moñino tenían propiedades.

Los dos hermanos se retiraron a Hellín, a la casa de campo de Francisco y Mariana.

Su muerte ocurrió cuando los franceses habían abandonado ya la corte ante el avance del general Castaños,[22]​ y vino a coincidir con la elección de Floridablanca para presidir la Junta Central.

El nuevo matrimonio residió en Cádiz durante los años de las Cortes, y en su casa convocaba una célebre tertulia.

A los ocho meses de su segunda viudez, en septiembre de 1817 y previa información genealógica,[26]​ Mariana volvió a contraer matrimonio en la iglesia madrileña de San Sebastián.

Su tercer marido fue Joaquín Vizcaíno y Martínez Moles, capitán de dragones y caballero de Santiago,[27]​ dieciocho años más joven que ella y socio destacado de la Matritense de Amigos del País.

[28]​ Había combatido en la Guerra de la Independencia, y durante el Trienio Liberal se alistó en la Milicia Nacional de Caballería.

En 1823, tras la restauración del absolutismo, se exiló con su mujer a París, donde permanecieron una década.

Parece ser que Vicenta pretendía que esta incompatibilidad, establecida por el I conde de Floridablanca, no afectaba al condado y señorío de la Ventosa y vínculos de los Sandoval, que incluían mucha hacienda en la comarca de Huete.

La elección de los apellidos Moñino y Sandoval que usaba Vicenta en su juventud trasluce con claridad su pretensión respecto a estas casas.

Y contrajo segundas nupcias en 1918 con María del Rosario Mencos y Sanjuán, prima carnal de su primera mujer, que estaba viuda de Pedro de León y Manjón, VI marqués del Valle de la Reina.

La casa de los Pontejos estaba en la acera de los pares y hacía esquina con la calle del Lobo (hoy, Echegaray).

Quedó prácticamente deshabitada desde 1823, cuando la marquesa Mariana y su tercer marido se exilaron a París, quienes al regresar en 1834 se instalaron en el palacio de su yerno el marqués de Miraflores, donde murió ella ese mismo año y también el marqués viudo en 1840.

Se habían dictado ya las Leyes Desvinculadoras, y hacia 1825 la casa fue vendida al general Pascual de Liñán y Dolz de Espejo, quien puso en la fachada su escudo de armas.

Ramón de Mesonero Romanos, El antiguo Madrid: paseos histórico-anecdóticos por las calles y casas de esta villa (1861), p. 238.

Curiosamente, los nuevos propietarios acabaron entroncando con descendientes de los Pontejos.

El dicho conde consorte de Doña Marina escribió un Armorial de Aragón (Huesca, 1911) donde reseña su propia casa: «Apellido Liñán.

El lugar de Pontejos en la Marina de Cudeyo ( Cantabria ), de donde eran oriundos los Pontejos. Vista aérea desde la marisma de Engoa . Al fondo, la ría de San Salvador .
El Teatro Reina Victoria en la madrileña carrera de San Jerónimo , esquina a la calle de Echegaray . Construido en 1916 en el solar de la antigua casa del mayorazgo de Pontejos. [ 4 ]
La iglesia parroquial de San Sebastián , en la madrileña calle de Atocha , de la que eran feligreses los marqueses de Casa Pontejos. Los libros de su archivo guardan la historia genealógica de esta familia.
El convento de la Purísima Concepción de mercedarias descalzas , llamado de Don Juan de Alarcón , en la madrileña calle de Valverde. En una bóveda o cripta de esta iglesia conventual tenían su panteón los marqueses de Casa Pontejos.
Mariana de Pontejos y Sandoval (1762-1834), IV marquesa de Casa Pontejos. Retrato pintado por Goya en 1786. Galería Nacional de Arte , Washington .
La Junta de Damas de Honor y Mérito fue fundada en 1787, en el seno de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País y bajo la presidencia de la condesa-duquesa de Benavente , con el fin principal de promover la educación femenina. El alma de esta empresa fue Francisca de Sales Portocarrero , condesa de Montijo , y también figuraban entre las fundadoras María Isidra de Guzmán y de la Cerda (después marquesa de Guadalcázar ) y Mariana de Pontejos y Sandoval (que todavía no era marquesa de Casa Pontejos y usaba el dictado de presidenta del Consejo de Indias ). Puerta de la Casa y Torre de los Lujanes , sede actual de la Económica, en la madrileña plaza de la Villa .
José Moñino y Redondo (1728-1808), I conde de Floridablanca , secretario del Despacho de Estado de Carlos III y Carlos IV . Retrato pintado por Pompeo Batoni en 1776 ( Instituto de Arte de Chicago ). Su hermano e inmediato sucesor, Francisco Moñino, casó con la IV marquesa de Casa Pontejos. El condado de Floridablanca, por disposición del concesionario, es incompatible con el mayorazgo de Pontejos, y se ha sucedido en una línea menor de esta casa.
Palacio de Floridablanca en Murcia , hoy destinado a hotel. Al ser destituido en 1792, el conde de Floridablanca se retiró a Hellín , a casa de su hermano Francisco, también desterrado de la corte. Después edificó este palacio en su ciudad natal, y lo habitó hasta que en 1808 fue llamado a presidir la Junta Central . Su elección para este cargo —que comportaba el tratamiento de Alteza Serenísima y honores de infante de España — supuso la total rehabilitación de Floridablanca justo antes de su muerte.
Multas a los carruajes. El furor recaudatorio de las autoridades municipales madrileñas no es solo cosa de hoy: a principios del siglo XIX ya hacía presa en el tránsito de carruajes por la villa. El 12 de abril de 1817 un alcalde de Casa y Corte impuso una multa de 50 ducados a la IV marquesa de Casa Pontejos por circular indebidamente con su tiro de caballos. [ 6 ]
Joaquín Vizcaíno y Martínez Moles (1790-1840), marqués viudo de Casa Pontejos, corregidor de Madrid y fundador de la Caja de Ahorros de esta villa . Retrato realizado en 1854 por Vicente Esquivel . Galería de retratos de Alcaldes del Ayuntamiento de Madrid.
La madrileña calle del Marqués viudo de Pontejos (antigua del Vicario Viejo).
El maestre de campo general Don Sancho Dávila y Daza (1523-1583), almirante de la costa de Granada , castellano de Pavía y de Amberes , caballero de Santiago . Relieve con su efigie en la Plaza Mayor de Salamanca . Sirvió con el Gran Duque de Alba en Italia , en Flandes y en Portugal , donde murió. Logró memorables victorias por mar y tierra sobre los rebeldes holandeses en Dalen (donde apresó al señor de Villers ), Goes , Flesinga , Borsele , Reimerswaal , Mook y Amberes , mereciendo el sobrenombre de Rayo de la guerra . Fundó mayorazgo de su casa de Ávila , en el que sucedieron sus descendientes los marqueses de Miraflores y de Casa Pontejos.
Palacio del Marqués de Miraflores o del Conde de Villapaterna en la carrera de San Jerónimo de Madrid. Fue residencia de la familia hasta bien entrado el siglo XX. Adornaban sus salones, entre otras valiosas obras de arte, los dos goyas arriba reproducidos (el Conde de Floridablanca y la Marquesa de Pontejos ), un retrato del Conde de Torrejón pintado por Vicente López , un madrazo que representaba al II Marqués de Miraflores , y un retrato del Conde de Artois (después rey Carlos X de Francia ), que fue un regalo del rey Luis Felipe I al citado marqués, embajador en su corte. Entre otros recuerdos del general Sancho Dávila había una armadura suya cincelada, la lanza que ganó en la batalla de Mook , un retrato de su hijo pintado por Pantoja y otro de un Daza, tío suyo, obra de Antonio Moro .
El palacio de Villapaterna, actual sede del Ayuntamiento de Paterna ( Valencia ). De esta casa tomaba su denominación el condado otorgado en 1746 al vizcaíno Antonio de Pando y Bringas.
Las armas de los Álvarez de Toledo figuran entre las de los caballeros del Toisón de Oro que asistieron en 1559 al capítulo de esta insigne Orden en la Catedral de San Bavón de Gante . El artista flamenco que las pintó invirtió los esmaltes: el blasón correcto son ocho puntos de azur equipolados a siete de plata.
María Tomasa de Palafox y Portocarrero (1780-1835), duquesa de Medina Sidonia y marquesa de Villafranca , hija de los marqueses de Ariza . Su nieto Alonso Tomás Álvarez de Toledo y Silva (1835-1895), X marqués de Martorell , casó en 1866 con la VII marquesa de Casa Pontejos. Retrato pintado por Goya en 1804. Museo del Prado , Madrid .