Durante la II República se llamó simplemente Victoria y en octubre de 1936 fue rebautizado con el nombre del dramaturgo Joaquín Dicenta.
[3][4] Derribado el edificio que ocupaba la Cervecería Inglesa,[2] que en los años del cambio de siglo acogió tertulias con personajes como Benito Pérez Galdós, Jacinto Benavente o Leopoldo Alas «Clarín»,[5] en donde, irónicamente, hacia 1560 se ubicó el corral de Cristóbal de la Puente, el empresario José Juan Cadenas encargó a Espelius que levantase un teatro en el solar que dando a la Carrera de San Jerónimo hacía esquina a la calle Echegaray.
[1] A pesar de la atractiva portada modernista del edificio, Espeliú presentó un esquema tradicional, con vestíbulo flanqueado por dos escaleras, sala en herradura abrazando el escenario y una gran claraboya que en su época se abría para ventilar la sala.
[6] El Teatro Reina Victoria fue adquirido en enero de 2018 por la familia García Azpiroz, dueña de Pescaderías Coruñesas, cuyo fundador, Evaristo García Gómez, adquirió a la sociedad Arequipa Producciones del actor Carlos Sobera.
Solo esta operación se ha valorado en 9,4 millones de euros (incluida la hipoteca con Bankia que pesaba sobre el inmueble).