El buque, en el que se suponía retornaba a España sufre un naufragio y llegan noticias a la península de que el Caballero ha fallecido.
Candelaria se convierte en la viudita naviera y pasa a ser propietaria del negocio de barcos que pertenecía a su difunto esposo.
Candelaria se convierte así en una viuda, pretendida por Don Santiago Filgueras.
Cuando se llega a conocer que Igartua nunca subió al barco, Filgueras intenta hacer creer lo contrario a Candelaria para conseguir su amor.
Sin embargo, el marido aparece y finalmente consigue triunfar el amor.