Pero la forma de las palabras del gótico sugiere que éstas también son préstamos, tal vez directa o indirectamente del griego elephas (ελεφας), literalmente ‘marfil’, aunque aparentemente con alguna confusión con respecto al animal al que la palabra hacía referencia.
La palabra sobrevive en la forma del apellido «Oliphant» que se encuentra en el mundo angloparlante.
Samsagaz Gamyi expresa su deseo de ver uno y recita un poema folclórico hobbit que lo describe «grande como una casa».
En la batalla llevan sobre el lomo estructuras similares a torres, desde las que atacan los soldados.
La única manera conocida de matar un mûmak es acertarle en un ojo, indudablemente una tarea muy difícil.
En El Señor de los Anillos: el retorno del Rey, desempeñan un papel clave en la Batalla de los Campos del Pelennor, en la que los Rohirrim pierden muchos hombres en una carga directa contra ellos.
Además, su piel es fácil de herir con espadas y flechas, aunque no tanto de atravesar o causar auténtico daño, ya que tan dura que parece resistir el dolor.
También esto tenía como fin impedir que los espectadores los vieran como criaturas simpáticas en lugar de monstruos malvados.