[1] Asimismo, fue traductora de otros muchos autores de lengua inglesa, como Brian W. Aldiss, Ursula K. Le Guin, Angela Carter, Doris Lessing o Ray Bradbury.
Tras haber traducido más de setenta obras, Matilde Horne dio por finalizada su carrera como traductora debido al desarrollo de una ceguera progresiva que le impedía escribir.
En 2006, sus hijos iniciaron un proceso de litigios junto con diferentes asociaciones de traductores contra la Editorial Planeta (dueña desde 2001 del sello Minotauro, la editorial que poseía la mayoría de sus traducciones) para regularizar su contrato y exigir el porcentaje de derechos que le correspondía.
Gracias al acuerdo al que llegaron ambas partes, Matilde consiguió la parte correspondiente a lo generado por la venta de sus traducciones a partir del 1 de enero de 2007.
Este caso marcó un antes y un después en la política contractual de las editoriales españolas y el sector de la traducción.