Solaris (novela)

Gran parte del libro no relata los sucesos en sí sino descripciones de investigaciones pasadas sobre el planeta en cuestión y demás detalles que no hacen a la historia en sí sino que completan la narración dando un carácter general más verosímil.

Empero, los intentos seculares por descifrar la conducta del extraño océano solo resultan en la clasificación de los fenómenos que en él se observan.

Lem utiliza este argumento para hacer un profundo estudio de la psique humana, las relaciones afectivas y los límites del conocimiento científico.

Sin mucha dilación, aparece su propio visitante: al despertar de su primera noche de sueño, Harey, su mujer muerta por suicidio, aparece junto a él, sin recordar en apariencia nada más que su vida con Kelvin.

Este, presa del pánico, la guía a un cohete, lo lanza y lo pone en órbita.

La ciencia llamada «Solarística» tuvo un inicio, un apogeo y un declive, al ser casi imposible hallarle razón a la conducta de la colosal mente oceánica.

Kris comienza a elaborar la idea de nunca abandonar Solaris para así quedarse con la nueva Harey.

El océano de Solaris parece albergar una monstruosa conciencia, pero es tan absolutamente diferente al ser humano que se tardan años siquiera en concebir que nos encontramos ante otro ser inteligente.

Generaciones de físicos, planetólogos, biólogos y filósofos irán proponiendo hipótesis que expliquen el desconcertante comportamiento del océano, renuente a seguir los esquemas "humanos" de actuación.

Lem nos abre los ojos ante las posibilidades reales de establecer un verdadero contacto ante el que otros autores (como Carl Sagan) son tan optimistas.

Inevitablemente, vinculado a la inhumanidad del océano pensante, surge la cuestión de qué significa ser humano.

Deberá flexibilizar su mentalidad y superar numerosos "apriorismos" para tener una oportunidad de comprender lo que sucede.

El lector crecerá al mismo tiempo que el personaje, sentirá la misma aversión que Kelvin en los primeros momentos para terminar empatizando con un ser que, aunque no es enteramente libre (no puede morir y no puede separarse de Kelvin), sí es capaz de establecer sentimientos de forma independiente a como originalmente fue creado.

Océano de Solaris.
Ilustración de Dominique Signoret .
« Simetríada ».
Il.: Dominique Signoret .
« Asimetríada ».
Il.: Dominique Signoret.