Samsagaz Gamyi

Su nombre en oestron (la Lengua Común, representada por el inglés en la novela) era Banazîr Galpsi abreviado en Ban.

Muchos lo consideran como el "alter ego" del autor, dado que ambos eran bastante contrarios al progreso, amaban las comodidades, la pipa y la jardinería.

No era de cólera fácil pero sabía hacer sentir su enojo cuando este crecía; pero su bondad era tal que cuando esto sucedía tendía a arrepentirse.

Sam que en un principio se mostró asustado por la perspectiva de abandonar La Comarca, pronto se rehízo y tramó una “conspiración” con Merry y Pippin para acompañar al Portador del Anillo en su viaje.

Y ni siquiera quedó convencido cuando leyó la carta que Gandalf había dejado en manos de Cebadilla Mantecona y que el dueño de la posada no había enviado.

dijo Sam; y fue el único que permaneció junto al Portador del Anillo durante toda la Misión.

En el primer enfrentamiento serio que tuvo la Comunidad, con los lobos en Acebeda, el Hobbit luchó a la par de los grandes e incluso calmó a Pippin que se hallaba muy asustado.

En el ataque del guardián del agua, su desesperación al ver a Frodo atrapado por la bestia, fue cambiada por una rápida y decidida acción para rescatar a su amo; atacando a cuchilladas el tentáculo que tenía sujeto al Portador y, cuando fue soltado, arrastrando rápidamente el cuerpo de Frodo hacia la protección del umbral de la Gran Mina.

Ya en los caminos bajo la oscuridad de Khazad-dûm, lamentaría muchas veces no haber llevado una cuerda.

Esa perspicacia era la marca de un Sam al que todos creían bonachón y sin muchas luces, excepto Frodo y la demostraría muchas veces a lo largo de la historia... A la sorpresa, la alegría y la emoción que causaron a Sam el hermoso bosque dorado, ya que expresó que se sentía dentro de una Canción; se le unía el amor y la admiración por la Reina Noldor Galadriel; quien le propuso ver por el espejo sabiendo de su nostalgia por La Comarca.

Aunque encontrarás todo seco y arruinado, pocos jardines de la Comarca florecerán como el tuyo si esparces esta tierra allí.

Al llegar a los prados de Parth Galen la situación era indefinida, y Frodo se retiró para pensar su decisión; solo Sam sabía lo que pasaba por la cabeza de su amo, sabía que el dilema de su amo no era el camino a seguir, tenía claro que necesitaba encontrar las Grietas del Destino.

Y estará de veras decidido, tan cierto como que se llama Bolsón.” Otra vez la sagacidad y la inteligencia del “jardinero” quedó al descubierto, todos aceptaron que Sam tenía razón.

La vigilancia constante de Sam sobre Gollum-Sméagol, lo llevó a presenciar, cuando Frodo dormía, una conversación entre sus dos personalidades, las que se debatían sobre el destino del Anillo, dándose cuenta de que lo que Gollum sentía era el nefasto llamado del Único; cuando esa discusión llegó a su fin, Sam sospechó que las dos mitades, Sméagol y Gollum habían pactado una tregua, ninguno de los dos quería que el Anillo quedara en manos del enemigo; por eso, cuando se discutió la conveniencia de intentar la entrada a Mordor por el Morannon, Gollum pareció temeroso de esa salida, proponiendo un camino alternativo.

Ni a Sam ni a Frodo, les convenció esta alternativa, pero era cierto que mientras existiera, era mejor que penetrar en Mordor por la principal entrada; por eso y ante la mismísima Puerta Negra dieron media vuelta y fueron hacia el Sur, a la escalera que subirían por el túnel de norte y caerían en la emboscada de Ella-Laraña.

En el camino de Cirith Ungol, Sam tuvo que sostener a su amo en numerosas oportunidades, siempre alentándolo, siempre tendiéndole una mano, siempre compartiendo hasta de su propia ración de comida; para ayudar a Frodo en el camino, puesto que a medida que se acercaban las tierras dominadas por Sauron.

También Gollum aportó en empujar a Frodo a seguir, aunque con intenciones aviesas, pero Samsagaz también tenía un ojo vigilante sobre la criatura, porque en el fondo de su corazón no creía que el repulsivo ser podría haberse regenerado.

Despejada la salida ambos se lanzaron corriendo hacia el exterior; Frodo se adelantó en su carrera a Sam, la araña salió por un agujero ubicado un poco más adelante, entre ambos hobbit y atacó al Portador del Anillo.

Al llegar una fuerza desconocida le impidió avanzar y cuando fijó la vista se dio cuenta de que tres horribles cabezas talladas en la piedra, conocidas como los Centinelas, con un poder maligno e invisible le impedían entrar.

Lo que vio allí lo dejó pasmado, en el patio principal había decenas de orcos muertos y no se veía nadie con vida; fue hasta la Torre y comenzó a ascender en busca del lugar en donde tenían prisionero a Frodo.

El agotamiento había ganado sus corazones, aún faltando tan poco para llegar a destino; Sam creyó desfallecer pero su temple, su amor por Frodo y su conciencia de “hacer algo antes del fin” hizo que, sacando fuerzas de las flaquezas, levantara a su amo y lo llevara, sobre los hombros, por un largo trecho; por el sendero que conducía a la cima.

En un recodo del camino fue atacado por Gollum, quien también sufría las consecuencias de tan penoso viaje, estaba flaquísimo, macilento; por ello Sam pudo derribarlo fácilmente; entonces atacó a Frodo pero este, con una fuerza sobrehumana, provocada por el deseo de conservar el Anillo que pretendían arrebatarle; también lo derribó.

Con sorpresa y dolor vio como Frodo reclamaba el Anillo en lugar de echarlo a la Grieta del Destino; pero sintió que algo de atrás lo derribaba, era Gollum que había dado la vuelta en pos de los Hobbit; y Sam vio como la criatura, atacaba la forma invisible que era Frodo y vio también como Gollum le arrancaba un dedo al Portador y como este caía a la grieta llevando a su final al Anillo Único.

Estuvo varios meses en Minas Tirith y luego partió con una gran comitiva de regreso a La Comarca.

La tala había sido indiscriminada y todos los jardines estaban arruinados, encima su padre, “El Tío” Gamyi.

Como adquisición especialmente valiosa, trajo del viaje la cajita que le había regalado la Dama Élfica Galadriel; en ella había Tierra del jardín de Lothlórien que Sam repartió en todos los lugares devastados, recorriendo el País a lo largo y a lo ancho y en el Campo de la Fiesta de Bolsón Cerrado plantó la semilla que había en la cajita y muy pronto nació un maravilloso Mallorn que fue el comentario de toda la Comarca, y venían gentes de otras partes a verlo.

Por sus constantes viajes por su tierra reparando jardines, no supo que Frodo había estado enfermo en varias ocasiones.

Antes de partir, Frodo puso en orden algunos papeles y le dio a Sam el libro que anteriormente Bilbo había estado escribiendo.

Juntos continuaron hasta los Puertos Grises, allí se encontraron con Gandalf montado en Sombragrís, y al momento de despedirse aparecieron Merry y Pippin, puesto que el mago había decidido que no era bueno para Sam estar solo en la partida.

Sin tener otra razón para vivir en la Tierra Media, siguió el Camino de los otros Portadores del Anillo; navegó a las Tierras Imperecederas en un barco Élfico, después de haber entregado el manuscrito del Libro Rojo, concluido por él, a su hija Elanor en Torres de Abajo.

Placa en el Birmingham Repertory Theatre en Centenary Square. La similitud entre el nombre original del personaje ( Sam Gamgee ) y la celebridad local no puede ser una coincidencia, conocida la relación entre Tolkien y Birmingham .
Frodo , Sam y Gollum miran el horizonte en las Emyn Muil.
Ricitos de Oro ( Goldilocks en el original), la tercera hija de Sam Gamyi y Rosita Coto.