Luis Egidio Meléndez

Mientras Miguel Jacinto permaneció en Madrid y consiguió ser nombrado en 1712 pintor de cámara del rey Felipe V,[3]​ Francisco, viajó a Italia en 1699 en busca de una mejor posición, estableciéndose en Nápoles, ciudad donde se alistó en la infantería española y se casó con María Josefa Durazo y Santo Padre.

[4]​ Francisco Meléndez permaneció cerca de veinte años en Italia y volvió a Madrid en 1717 junto con su familia, entre ellos su hijo Luis Egidio, nacido en Nápoles el año 1716.

[5]​ Instalado en Madrid, allí tuvo más hijos (el último, en 1724, José Agustín Meléndez, quien también se dedicó a la pintura).

En este momento, Meléndez ya era un pintor consumado, tal como se demuestra en su Autorretrato del Museo del Louvre, firmado con fecha de 1746 y en el cual, según el historiador Sánchez Cantón, se nota la influencia de su maestro Louis Michel van Loo.

Joven, arrogante, sin el apoyo de la Academia y con su reputación en entredicho, decidió irse a Italia para conseguir nuevas oportunidades, donde permaneció desde 1748 hasta 1752.

De estas pinturas, treinta y nueve se encuentran en la actualidad en el Museo del Prado.

[15]​ Bajo su reinado fueron llamados a Madrid numerosos artistas, especialmente franceses: entre ellos destacan los que fueron nombrados pintores de cámara, Jean Ranc y Louis-Michel van Loo.

[16]​ Durante los reinados de sus sucesores Fernando VI y Carlos III acudieron para este cargo pintores italianos como Jacopo Amigoni, Corrado Giaquinto, Giambattista Tiepolo y el italianizado Anton Raphael Mengs.

[15]​ Otros pintores que destacaron durante la última época del siglo XVIII fueron los zaragozanos hermanos Bayeu.

A diferencia de los maestros del siglo XVII, su tema es presentado físicamente más cerca del espectador, en un punto de vista bajo para objetos colocados sobre una mesa, lo que da a sus formas una monumentalidad en este género que pretende animar al espectador a estudiar los objetos por sí mismo.

[20]​ Cada obra pictórica de Meléndez fue minuciosamente compuesta: los objetos eran colocados con una unidad buscada en un sentido reflexivo y realista.

[28]​ A principios del siglo XX hubo una gran redistribución de obras dentro del museo: se crearon salas especiales para varios pintores, entre ellas una sala para las naturalezas muertas de Meléndez.

[29]​ El escritor Azorín, ante los numerosos cambios que se hacían casi constantemente en el Museo, escribió un artículo en tono satírico sobre su director, en el que comentaba: Los cambios se fueron sucediendo, como los organizados por el nuevo director Aureliano de Beruete en 1918, cuando las pinturas de Meléndez fueron mezcladas nuevamente junto con las de otros autores y fue reducido su número expuesto a veinte y cinco.

[31]​ A principios del siglo XXI las pinturas de Luis Egidio Meléndez en el Prado forman parte de la colección denominada «Goya y la pintura del siglo XVIII».

Carlos IV por Francisco de Goya . Cuando era príncipe de Asturias realizó el encargo más importante que tuvo Meléndez en su vida, las naturalezas muertas para su Gabinete de Historia Natural.
María Luisa de Parma por Anton Raphael Mengs . Esposa de Carlos IV, encargó a Meléndez uno de los pocos cuadros religiosos que realizó en su vida pictórica, la Sagrada Familia , para su oratorio de Aranjuez .
Naturaleza muerta de frutas (1771), conservada en el Palacio de los Borbones en San Lorenzo de El Escorial . [ 13 ]
Frutero con ciruelas, uva y manzanas , pintura que presenta tres clases de fruta de las más representadas por Meléndez (Museo del Prado).
Sagrada Familia , pintura realizada para María Luisa de Parma , conservada en el Museo del Prado .
El Museo del Prado expone la colección más grande de obras de Meléndez.